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OPINIÓN | Fermín Silva Cayatopa: La ceguera afecta la canasta familiar

En nuestro país el 0.6% de la población puede sufrir esta enfermedad.
fermin
11-02-2019

Una persona ciega o con compromiso severo de la visión es un discapacitado que necesita atención permanente de otra persona, lo cual origina que dos personas menos de la familia trabajen para cubrir la canasta familiar, esto impacta negativamente en el desarrollo de la familia, de la comunidad y del país.

La prevalencia de ceguera o compromiso severo de la visión en el Perú es el 0.6% de la población total (180,000) y la incidencia es el 20% de la prevalencia (36,000), pero si evaluamos a personas mayores de 50 años encontramos una alta prevalencia de ceguera y es directamente proporcional a la tasa de pobreza, a más pobreza más ceguera.

El gobierno trabaja para prevenir la ceguera mediante el SIS (Sistema Integral de Salud) con poca cobertura por falta de financiamiento completo y por los malos resultados visuales que tienen esas cirugías de catarata gratuita por el bajo nivel quirúrgico de los cirujanos originando el temor de las personas que requieren someterse a una operación.

Las FF.AA., Policiales y Essalud trabajan en prevención de ceguera en su población cautiva que asisten por consultorios externos.

El sector privado trabaja poco en prevención de ceguera en poblaciones de pocos recursos.

PROPUESTA

Para recuperar la visión de las personas y reinsertarlas en el trabajo para cubrir la canasta familiar se debe hacer lo siguiente:

Fortalecer el primer nivel de atención de salud dotando de infraestructura y equipamiento básico para realizar cirugías de catarata.

Capacitar como promotores de salud al personal técnico en enfermería y dirigentes comunales para medir la agudeza visual y derivar al centro oftalmológico más cercano a las personas que tengan una agudeza visual menor a 0.5 y educar a la población en salud ocular para que no esperen estar ciegos para acudir al oftalmólogo.

El SIS (Sistema Integral de Salud) debe financiar el 100% las operaciones de catarata a las personas pobres y de extrema pobreza y cobrar por insumos a las personas que no tienen estas condiciones, de esta manera se lograría mayor cobertura con los mismos recursos.

El Gobierno debe capacitar a sus cirujanos para mejorar su nivel quirúrgico, especialmente en cirugías de bajo costo y obligar a las instituciones que forman oftalmólogos que un residente de 3er año mínimo debe haber operado 200 cataratas, estar preparados para diagnosticar glaucoma, retinopatía diabética y degeneración macular relacionada con la edad para graduarse, esto ayudará a prestigiar los programas de cirugía de catarata gratuitos y prevención de ceguera en general y disminuirá el miedo en las personas que necesiten operarse de catarata en todo el Perú.

El sector privado debe trabajar en programas de prevención de ceguera autofinanciados: consulta gratuita a personas mayores de 50 años, servicio de óptica a costos sociales y cirugías de catarata a bajos costos en poblaciones de pocos recursos.