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Opinión I Víctor López García: Empresarios y empresa(u)rios

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23-12-2019

Hasta hace algunas décadas la concepción y -consecuente- posición que se tenía respecto a la empresa y los empresarios dividía a los políticos entre izquierdistas y derechistas. Las organizaciones marxistas de todo tipo consideraban que solo tenían espacio para el proletariado, apenas para el campesinado y menos para la pequeña burguesía. Por supuesto, que olvidaban que fueron aristócratas y burgueses quienes financiaron a las revolucionarios bolcheviques, incluso intermediando dinero y recursos del gobierno alemán, interesado en influir decisivamente en lo que ocurría en la Rusia pre soviética.

De tal modo, que históricamente no debiera llamar la atención que sus expresiones latinoamericanas, como Lula y el Foro de Sao Paulo, hayan recurrido a la multilatina más corrupta, Odebrecht, para financiar la "toma de poder por la vía electoral" tanto en Brasil como otros países de la región: como Perú, en donde según declaraciones de "colaboradores eficaces" le habrían destinado millones de dólares a Humala para que pueda ganar las elecciones e instaurar un régimen del "socialismo del siglo XXI”.

La experiencia histórica de los regímenes del "socialismo realmente existente" en los países de Europa Oriental que estatizaron, colectivizaron y socializaron la economía redujo a la mínima expresión a la empresa privada, apenas existieron micro o pequeñas empresas; pues consideraban que estas eran el germen de la privatización y la burguesía que había que desterrar. Sin embargo, crearon una "nueva burguesía" constituida por la "nomenclatura" de las élites intelectuales y políticas que gobernaron en nombre de los trabajadores; y que manejaron todos los espacios de poder. Como ocurre desde hace dos décadas en la Patria de Bolívar donde han generado una "boliburguesía" que se hace de todas las formas legales e ilegales, y en la que participan políticos y militares que manejan el criminal y corrupto régimen totalitario comunista responsable de la peor crisis y migración de América Latina.

La muestra más palpable del cambio de imagen de la empresa y los empresarios en la izquierda marxista global, es el caso del Partido Comunista Chino, que ha integrado a miles de empresarios en la estructura orgánica, entre ellos a los más exitosos emprendedores del mundo, que se precian de ser "comunistas".

El aprismo también ha tenido desde sus orígenes una relación teórica y conceptual respecto al capitalismo y la empresa privada, y en consecuencia, respecto a los empresarios; que se hizo evidente en la práctica de los dos gobiernos que Alan dirigió en su nombre. Desde la "alianza estratégica" con los "doce apóstoles" y el enfrentamiento al capital financiero internacional con el pago de la deuda externa hasta la "estatización de la banca" de su primera gestión que permitió la "resurrección de la derecha"; hasta "el perro del hortelano" y su apoyo explícito a la empresa privada y los empresarios de su segunda gestión exitosa en términos de crecimiento económico y de avance social. A pesar de la contundente frase de Haya de la Torre de "de que no se trata de quitar riqueza sino de crear riqueza para el que no la tiene", lo cierto es que este es uno de los varios temas pendientes de ajuste interno en el plano ideológico, político y programático.