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OPINIÓN | Jaime Salomón: Entretenedor político

Debemos preocuparnos por la educación y experiencia de los que serán seleccionados para liderar la democracia.
ghlh
17-11-2019

No respetan las tradiciones, las etnias, la interculturalidad, ni las decisiones que el pueblo encomienda a sus elegidos.

Más aún con las religiones que algunos usan como trapo para hacerse notar y tener a terceros asignados en entidades del Estado.

Y esa tendencia es pan de todos los días en América Latina, donde religión y política siguen entrelazadas -desde la época de la colonia- alimentando a esos circenses que buscan hacer retórica con la tragedia.

Napoleón, afirmaba: "de lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso"; y es que ya muchos candidatos han empezado a usar cualquier tema para hacerse notar.

Y pensar que algunos quieren creer que los nuevos elegidos serán mejor que los que ya teníamos.

El capital político se gana en la cancha y proponiendo acciones coherentes, más que chancando por chancar.

No usen a nuestras culturas para realizar psicosociales que generen votos. No se coludan, no conspiren. Hagan un esfuerzo intelectual, eviten la ignorancia dialéctica. Hablen y propongan con la verdad, con ideales posibles.

Leer y analizar no los enfermará, más bien sanará su capacidad lingüística y elevará su capital cognitivo.

Están afectados personajes de izquierda, derecha y los hoy llamados "de centro". Afectados personajes de colegios profesionales, sindicatos y otros que simplemente buscan "incendiar el monte" para que el pueblo los vea como "la solución" a los problemas de la sociedad.

Quieren generar caos sobre temas que no son problema. Quieren alcanzar la simpatía de la población, subiéndose al coche del ataque mortero, sin sentido y que solo busca protagonismo fácil, pensado que así el caudal de votos caerá en sus redes.

Evitemos a esos entretenedores políticos.

Analicen, entiendan la realidad y después propongan mejoras sobre temas que sí requieren cambio; pero no pisoteen o petardeen las acciones que se vienen tomando para mejorar los servicios prioritarios que generarán beneficio directo a la ciudadanía.

Es válido criticar.

Bienvenida sea la crítica cuando sea constructiva y llegue de la mano con una propuesta para crecer. La población requiere a todos sus actores trabajando de la mano por un beneficio común que sea el de mejorar la calidad de vida de las personas.

Que el lenguaje que usan en política no se encuentre restringido por el bulbo raquídeo que les quita la posibilidad de visionar el desarrollo social y económico que requiere nuestro país.

Debemos preocuparnos por la educación y experiencia de los que serán seleccionados para liderar la democracia.

Trabajen por el Perú.

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