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OPINIÓN | Javier Zúñiga: "La pobreza después de la pandemia"

"Invertir fuertes cantidades de dinero para reactivar la economía sin tener en cuenta a los consumidores originaría serios problemas".
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10-10-2020

En los últimos años, la lucha para disminuir la pobreza ha dado sus frutos. Desde el 2008 hasta el 2019, la pobreza nacional se redujo 17.1%; sin embargo, la pandemia del Covid-19 estaría afectando estos resultados.

Las líneas de pobreza que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), calcula cada año con el fin de evaluar si un hogar se encuentra en situación de pobreza (no alimentario) o pobreza extrema (alimentario), en el 2019 se incrementó en 2.3% para la línea de pobreza y 2.2% para la línea de pobreza extrema. Una familia que posee un gasto por persona de S/ 352.00 o inferior es pobre; mientras que, si este gasto se encuentra en S/ 187.00 o menos, estarían en pobreza extrema. La pobreza monetaria está referida a las personas que sus ingresos no les permiten adquirir una canasta básica de alimentos y de no alimentos entre los cuales podemos citar a la vivienda, vestido, educación, salud, transporte, actividades de entretenimiento, etc.

A finales de agosto, la ministra de Desarrollo e Inclusión Social afirmó que la pobreza monetaria se habría incrementado entre 8% y 10% en las zonas urbanas. De confirmarse esta cifra, se estaría retrocediendo 10 años de trabajo en la disminución de la pobreza nacional.

Es un hecho que la pobreza nacional se ha incrementado en este año como resultado del coronavirus. Más de 100 días de inmovilización social y una lentitud en la implementación de las fases económicas para llevar a la economía a niveles actuales del 90%, ha generado una pérdida de más de 4 millones de puestos de trabajo formales, con lo cual las familias tienen menor poder adquisitivo.

En esta coyuntura los programas de ayuda social son indispensables. El Midis confirmó también que el Ejecutivo está ampliando la cobertura de los programas sociales para la población vulnerable. La entrega de S/ 200.00 a familias con niños menores de dos años, el adelanto del pago de Pensión 65 y las capacitaciones técnicas productivas para las zonas rurales, son algunos de ellos.

Siendo las zonas urbanas más afectadas en términos de pobreza, el Ejecutivo deberá generar una sinergia entre los programas sociales y los programas de reactivación económica. Invertir fuertes cantidades de dinero para reactivar la economía sin tener en cuenta a los consumidores originaría serios problemas; una economía no se puede reactivar si su población no puede comprar.