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OPINIÓN | Julio Schiappa: "El sastre de Manzanero"

"El maestro Salinas, allá en Huancayo, debe haber llorado, frente a un terno que guarda de recuerdo del gran Armando Manzanero".
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30-12-2020

Al divo mexicano, que acaba de fallecer, no tuve el honor de conocerlo en persona, si bien lo he escuchado toda mi vida. Pero sí a su sastre, el maestro Salinas, que atendía en un edificio que hacía esquina entre Los Pinos y la Calle Schell.

Todo periodista, escritor o consultor político es un fisgón, y la pequeña nota que hoy publico demuestra el valor del arte de averiguar.

El sastre Salinas me contó que, cada año, en la época que Manzanero venía al Perú, él hacía 10 ternos para el diminuto cantante y compositor. Me mostró su cuaderno de medidas y me comentó que durante 15 años cuando recibía una llamada del astro, dedicaba su negocio a hacerle camisas y la ropa fina que lucía en todas sus actuaciones A veces mandaba traer a varios de sus paisanos de Huancayo, eximios en costura y tijera, para hacer los pequeños trajes del gran Manzanero.

Claro, como Salinas era mi sastre y yo mido casi 1.80, y en esos tiempos era tan robusto como Pavarotti, hacía crueles comparaciones entre mis medidas y las del divo. Salinas violaba abiertamente mis derechos humanos, pero yo le perdonaba todo, porque sus anécdotas sobre los personajes que él vestía eran una enciclopedia del carácter y personalidad de sus clientes. Oro en polvo para un periodista.

Salinas me contó que tenía dos sesiones obligatorias de prueba, de los ternos que confeccionaba. Manzanero no solo era exigente, sino consciente de que vestirse elegante rompía con los prejuicios contra su mestizaje indígena y su magra talla.

Otro detalle muy interesante era la estrecha relación artística y personal que tuvo con los más grandes cantantes peruanos. Dijo que Manzanero recordaba con gran cariño a Chabuca Granda, Eva Ayllón, Augusto Polo Campos, a Jean Pierre Magnet y a toda la flora y fauna de magníficos intérpretes que hay en el país.

Bolerizó, si cabe la palabra, las más grandes canciones del repertorio de Chabuca, de Polo Campos, Susana Baca, entre muchos. Y las difundió por el mundo entero.

Tuvo una relación muy estrecha y especial con la gran cantante peruana Tania Libertad. La vetaron en la radio y la Televisión peruana, por apoyar a Velasco, pero Manzanero la protegió y ayudó mucho a su carrera en México.

El maestro Salinas, allá en Huancayo, debe haber llorado, frente a un terno que guarda de recuerdo del gran Armando Manzanero.