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OPINIÓN | Pedro Paredes: bancada acosadores

El Congreso de la República tiene tantos acosadores que estos podrían formar una sola bancada, capaz de tener la mayoría absoluta en cada votación.
yonhy-lescano
04-03-2019

Yonhy Lescano, mientras espera su inminente desafuero, quizá tendrá que formar una bancada con Moisés Mamani y Luis López Vilela, ambos cumpliendo un descanso de 120 días por ser mañosos pervertidos, según sus denunciantes. Este tridente sería de temer.

Pero, para qué desgastarnos analizando las pruebas de la acosada anónima. Inocente o culpable, el acciopopulista ahora es usado por el fujimorismo como estropajo para limpiarse la hediondez que tanto caracteriza a la banda de Keiko, que interpreta chuecas partituras de luchas anticorrupción, verdaderos insultos a la inteligencia de los peruanos.

Pero, para qué desgastarnos analizando lo que hará o no Fuerza Popular. Mejor imaginemos el contenido del chat de otros congresistas que teclean como gorilas “machos alfas, lomos plateados”. No nos hagamos los ciegos, que hay tanto tuerto acosando a mujeres en el Parlamento, como en cualquier esfera política de poder.

Estoy convencido de que el Congreso de la República tiene tantos acosadores que estos podrían formar una sola bancada, capaz de tener la mayoría absoluta en cada votación. Acosadores que no siempre necesitan encerrarse en sus despachos con una trabajadora que se siente obligada a incorporar en su currículum “ser asidua consumidora de gravol”, para no vomitar por las bajezas de tanto ser despreciable que debe soportar.

Y si hay más víctimas decididas a revelar el nombre de sus acosadores, el tiempo de hacerlo es ahora; pero preparémonos para las más disparatadas excusas, como la descompensación diabética de Mamani, el inocente saludo cariñoso de López y el descuido o la persecución a Lescano.

Pago por ver el chat de un congresista mensajeando cuando está en el baño haciendo lo que mejor sabe, o a medianoche mientras la esposa duerme, y que luego sale públicamente con su perorata de cantina de defensa a la familia y los valores humanos que estamos perdiendo, confiando que su víctima no hablará porque él no es cualquier tipejo de por ahí. Es un señor congresista que vocifera discursos pro derechos durante los debates. Por eso, ella, cualquier rato le atracará. Aunque sea una fotito. Por algo se empieza.

Pago por leer el chat de un “Padre (o 'paria') de la patria”, alucinándose un Badani clandestino y chabacano en busca de su propio harén, creyendo que su curul tiene un mágico poder seductor capaz de convertir a una mujer en gata en celo, a la que humillar con acosos no es falta ni delito, solo un vacilón.

Aunque, hablando de pagos creo que, si Badabun llegara al Congreso, se desfinanciaría en una sola edición.