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OPINIÓN|Tráfico de drogas, minería ilegal y sicariato en la frontera: el caso Suyo, por Roberto Rodriguez

Suyo es un distrito de la provincia de Ayabaca, Piura, ubicado en la frontera norte.
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22-01-2019

El presidente del Frente de Defensa de la Comunidad Campesina de San Sebastián, ingeniero Wilbelder Vegas Torres, quien se oponía a la minería ilegal, murió acribillado cuando se desplazaba en su moto; recibió diez disparos. Había recibido amenazas, por lo que solicitó garantías a la Subprefectura Distrital de Suyo, pero no fue atendido.Suyo es un distrito de la provincia de Ayabaca, Piura, ubicado en la frontera norte. Constituye un corredor que va hasta Loja pasando por Suyo/La Tina (Perú) y Macará (Ecuador). La apacible ciudad cambió su vida desde inicios de la década de los 90, cuando se convierte en una de las rutas fronterizas de paso de droga desde el Perú hacia Ecuador.

Desde hace más de 25 años otro factor influye en la vida de los suyeños: la actividad minera en pequeña escala, sobre todo ilegal. La “fiebre” del oro transforma y moviliza a muchos agentes locales y foráneos. Tránsito de droga y extracción de oro (y comercialización ilegal) parecen combinarse para convertir a este territorio en un escenario de caos y violencia. En este contexto el sicariato aparece como el medio coercitivo de quienes controlan la actividad minera ilegal -que se realiza en zonas donde está prohibida la extracción (ríos, lagunas, etc.) y no han iniciado ningún proceso de formalización- y el tráfico de drogas.El asesinato del líder comunal se suma a otros que han enlutado a las familias suyeñas, producidas por sicarios; hasta donde se sabe, ningún caso ha sido esclarecido legalmente, ¿Cuántas personas fueron asesinadas por sicarios hasta ahora?; quizás este dato no se conoce como información pública ¿por qué? Porque Suyo es un territorio tomado por traficantes y sicarios, situación que persiste ante la inacción del Estado.

El Acuerdo Nacional, en su política de Estado N° 27, establece la erradicación de la producción, el tráfico y el consumo ilegal de drogas. Precisa, además: Nos comprometemos a adoptar una política integral contra las drogas que, sobre la base de principios éticos y valores sociales, esté compuesta por elementos educacionales, económicos, comerciales, punitivos, de salud pública y de control. Esto es lo formulado, pero ¿hasta cuándo va a permitirse esta situación?El germen del narcoestado sigue avanzando peligrosamente, minando poco a poco la incipiente institucionalidad de un Estado que no puede continuar haciéndose de la vista gorda. Tengamos presente que el combate contra el narcotráfico es un aspecto muy importante en la lucha contra la corrupción y la impunidad, más aún en un año que tiene esta denominación. Esto significa priorizarla en los hechos, fortaleciendo y extendiendo la vigilancia ciudadana.

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