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OPINIÓN | Jaime O. Salomón: Macro Regiones

Cuando las personas no están preparadas para desempeñar puestos con poder, éste terminará emborrachándolos y su gestión será un desastre.
01-09-2019

Por Jaime O. Salomón / ciudadano, emprendedor, y docente.

Cuando las personas no están preparadas para desem­peñar puestos con poder, éste terminará emborra­chándolos y su gestión será un desastre. Es por ello que son las personas con experiencia, conocimiento y acti­tud apropiada las que suelen llegar a ciertos cargos.

En el imperio incaico el Inca tenía el apoyo de personas cla­ve, denominadas “Tucuy Rikuq” (voz quechua que significa el que todo ve y todo oye) y representaba al Inca como supervisor imperial. Eran los ojos y oídos del Inca en todo el territorio y asignados para verificar el avance y cumplimiento de las dis­posiciones supremas. Cada uno debidamente preparado y con injerencia en áreas entre 4 a 7 km. Existía apropiado funciona­miento del Ayllu y del Imperio Incaico.

Hasta el año 2002 era el presidente y sus ministros quienes actuaban directamente sobre cada región en nuestro país.

En esa fecha, se promulga la Ley de Descentralización y hoy son los gobernadores los responsables de su región. Además, 196 alcaldes provinciales y 1874 alcaldes distritales que tienen la responsabilidad de planificar, supervisar, ejecutar y hacer cumplir sus planes.

A su vez, cada autoridad regional tiene una estructura organi­zacional. Y tienen ingresos propios y reciben anualmente una partida de fondos para el desarrollo de sus planes.

A ello le sumamos los 130 Congresistas que, además de dar le­yes y ejercer permanente fiscalización y control político, debe­rían buscar el desarrollo de los departamentos que los eligie­ron, a través de coordinaciones con los gobiernos regionales y con el gobierno central.

Cantidad impresionante de personas dedicadas a que fun­cione el país, donde el gobierno central (presidente y 19 minis­tros) solo dan las normas para el país de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo.

Ya no existen Tucuy Rikuq; ya no se trabaja coordinadamen­te. Existe baja articulación y coordinación entre los Gobiernos Regionales, el Gobierno Central y el Congreso. La foto de hoy refleja la existencia de algunos “borrachitos por el poder”, que hacen lo que quieren, riegan falacias, proponen imposibles. Tienen baja ejecución, pero reclaman por más fondos.

No tenemos políticas de Estado sobre las diversas carteras. Hoy cada región hace lo que considera importante. Así no lo­graremos un Perú productivo y competitivo.

Como dice el Papa Francisco, en muchos casos la realidad supera a la idea. Es momento de hacer realidad el perfeccio­namiento de la Ley de Descentralización, formando macro regiones, agrupando provincias y distritos en base a la geogra­fía, a fin de lograr resultados, eficiencia máxima y el bienestar colectivo.

Pero las diversas autoridades debieran al menos saber cómo funcionan el Estado, las leyes y las normas vigentes; para ello hay que tender puentes sólidos entre la actividad pública y el co­nocimiento, base para que los elegidos y nombrados desempe­ñen una buena gestión para el bienestar de todos los peruanos.

Trabajemos por el Perú.

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