Exitosa Perú
Infraestructura deteriorada

Director del Colegio Esperanza Martínez denuncia 24 años de abandono y condiciones precarias para estudiantes

Pedro Choque, director del colegio Esperanza Martínez, denunció el estado crítico del plantel por abandono de las autoridades. Piden apoyo inmediato para más de 660 estudiantes.
Abandono de colegio Esperanza Martínez de López (Foto: Difusión)
10-06-2025

El colegio Esperanza Martínez, con 24 años de funcionamiento, enfrenta un abandono estructural que afecta gravemente el desarrollo académico de sus más de 660 estudiantes. A lo largo de su existencia, la institución no ha recibido mejoras significativas en su infraestructura, lo que ha generado un entorno poco adecuado para el aprendizaje.

Las instalaciones presentan múltiples deficiencias: aulas deterioradas, techos y paredes en mal estado, y accesos sin pavimentar que dificultan el ingreso al plantel. El polvo en el ambiente es constante y afecta tanto la salud de los estudiantes como las condiciones de enseñanza. Pese al crecimiento poblacional en la zona, la escuela no ha sido considerada en los planes de mejora de infraestructura educativa.

Condiciones inadecuadas para el aprendizaje

Uno de los problemas más evidentes es el uso de mobiliario reciclado, proveniente del Colegio de Alto Rendimiento (COAR), que no cumple con las condiciones mínimas de confort y seguridad. A esto se suma el uso de módulos prefabricados sin aislamiento térmico, donde los estudiantes pasan frío durante gran parte del año escolar. Estos espacios improvisados, lejos de ser una solución temporal, se han convertido en ambientes habituales de estudio.

La falta de ambientes adecuados compromete seriamente la calidad educativa. La infraestructura existente resulta insuficiente para albergar a toda la población estudiantil, lo que ha obligado a implementar turnos divididos en mañana y tarde. Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente para evitar el hacinamiento.

Aulas compartidas entre primaria y secundaria

La escasez de aulas ha derivado en una situación crítica: estudiantes de primaria y secundaria deben compartir los mismos espacios. Esta medida, adoptada como respuesta a la falta de ambientes, afecta directamente la dinámica pedagógica y limita la adecuada atención a los diferentes niveles educativos. El desarrollo académico de los estudiantes se ve comprometido por la imposibilidad de adaptar los contenidos y métodos a las necesidades específicas de cada grupo.

Falta de respuesta de las autoridades

A pesar de los constantes pedidos realizados por la dirección del colegio a las autoridades locales y regionales, hasta la fecha no se han ejecutado acciones concretas para atender esta problemática. La comunidad educativa continúa a la espera de una intervención urgente que garantice condiciones dignas para el aprendizaje. Mientras tanto, el colegio Esperanza Martínez sigue operando en un contexto de precariedad y olvido institucional.