Murió Huayrurín, el delfín rosado que conquistó a Iquitos durante 19 años
Huayrurín, el delfín rosado que por 19 años fue el engreído y símbolo del complejo turístico de Quistococha, falleció dejando un enorme vacío en toda la comunidad de Iquitos. Su partida, por causas naturales, ha vuelto a poner sobre la mesa lo importante que es cuidar a esta especie amazónica y seguir luchando por su conservación.
Huayrurín partió tras 20 años
Este miércoles, el Gobierno Regional de Loreto confirmó una noticia que entristeció a muchos: Huayrurín, el delfín rosado más querido de la zona, falleció por un paro cardíaco. Según el informe de necropsia, murió por causas naturales debido a su edad.
Durante casi 20 años, Huayrurín no fue un animal más en exhibición. Se volvió parte de la familia loretana y la gran estrella del Complejo Turístico de Quistococha.
Miles de personas, entre iquiteños y turistas de todo el mundo, llegaban con ganas de verlo, tomarse una foto o simplemente pasar un rato con el bufeo rosado más querido de la selva.
En su comunicado, la Gerencia Regional lo describió como un "embajador de la biodiversidad amazónica que tocó el corazón de miles de personas". Su partida ha generado gran consternación, no solo entre los trabajadores del parque, sino también en toda la población de Iquitos.
La historia de Huayrurín
Huayrurín nació en las aguas del río Amazonas, pero su destino cambió cuando perdió a su mamá, que quedó atrapada en una red de pesca.
Con apenas seis meses de vida, unos pescadores lo encontraron solo y lo llevaron al complejo turístico de Quistococha. Ahí empezó una nueva etapa que, sin saberlo, lo convertiría en parte del corazón de Iquitos.
Desde entonces fue criado por personas, aunque no todo fue color de rosa: pasó por momentos duros al estar lejos de su hábitat y vivir encerrado, algo que afectó su salud y su forma de vivir.
Durante años, Huayrurín tuvo heridas en las aletas y en la cola de tanto golpearse con las paredes del estanque donde vivía. El agua estancada y el poco espacio no ayudaban en nada: le afectaron la salud y lo tuvieron estresado por mucho tiempo.
Pero en el 2016, todo cambió gracias al "Proyecto Huayrurín", que consiguió trasladarlo a un corral dentro de la laguna natural del parque. Desde entonces, por fin pudo vivir en un espacio mucho más cercano a lo que sería su verdadero hogar en la Amazonía.
Además de todo lo que pasó, Huayrurín sorprendió a más de uno con un talento que nadie se esperaba: aprendió a pintar usando su morro. Sus cuadros no solo eran un bonito recuerdo para los que llegaban a visitarlo, también le servían para estar activo y no perder el ánimo.
Huayrurín ya no está, pero su legado sigue vivo. Murió el delfín rosado que conquistó a Iquitos durante 19 años, no solo por su especie única, sino por su historia de lucha y su habilidad para acercarse al ser humano de una forma única.