Nicolás Lúcar pide expulsión del país para extranjero que atropelló a fiscalizadora

Nicolás Lúcar: Tengo en mis manos una resolución del Ministerio Público, donde la agraviada Jackelin Rosario Rosales, quien es una fiscalizadora de la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU) y el imputado es Alberto José Bermúdez Gonzalez o Ricardo Bermúdez, porque no se sabe cómo se llama exactamente este señor.

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Este joven que estaba manejando una combi sin brevete y con una deuda gigantesca por infracciones contra el reglamento del tránsito. La mayor parte de ellas por fuga. Es decir, por haberse dado a la fuga después de haber cometido una infracción. No tenía licencia de conducir y sin embargo, trasladaba pasajeros.

Más allá de la indignación que produce la reacción del Ministerio Público, de liberarlo, sobre un incidente de gravedad, es el problema de los venezolanos. Es un problema que nos negamos a reconocer como existente. ¿Cuántos venezolanos hay en el Perú? Ni siquiera lo sabemos. Fácilmente, podrían llegar al millón de personas.

El alcalde de Tumbes nos decía hace poco que ellos calculaban que cada día pasan 2500 venezolanos que ingresan al Perú. Parte de ellos se quedan en nuestro país, y otros siguen su camino hacia Chile y Argentina. Pero después de Colombia, somos el principal destino para la presencia de los venezolanos.

Hay dos miradas que hacer sobre este tema: Qué es lo que ha provocado esta estampida. Eso tiene que ver con la pésima situación económica y crisis humanitaria que hay en Venezuela, sino con al desesperanza política. La gente puede estar en contra de Maduro, pero nadie de la oposición los convence de que las cosas pueden ser diferentes.

Esta decepción provoca que los jóvenes, que hace algunos años salían a las calles a protestas, ahora están pidiendo limosnas en las calles. En esta situación, tiene responsabilidad nuestra diplomacia, porque la manera como se ha manejado la diplomacia internacional.

Hemos seguido lo mismo que hicieron con Cuba. Aislamiento y bloqueo como si eso fuera resolver el problema. Donald Trump puede ser destituido mientras que Nicolás Maduro sigue sentado en el sillón presidencial. Lo que tendría que ocurrir en Venezuela son elecciones libres, sin presos políticos y con participación de todos.

Pero sobre todo, elecciones cuyos resultados sean aceptados por todos y donde no puede haber exclusiones. Pero ese es un lado el problema. En nuestro Congreso ni siquiera discutimos esto en agenda: cuál es nuestra política exterior hacia Venezuela.

Lo segundo son las consecuencias. Bueno ya se hicieron las cosas mal y miren lo que pasó. ¿Qué es lo que proponemos frente al millón de venezolanos en el Perú? Es como si hubieran nacido un millón de hijos inesperados. Esa es la situación en la que estamos, porque hay gente que necesita vivienda, transporte, salud y trabajo.

¿Cómo enfrentamos esta situación? Como no tenemos una política exterior, las cosas se resuelven solas. Y los venezolanos están ocupando espacios por todos lados donde se presenten oportunidad y hay empresarios inescrupulosos que aprovechan su condición para pagarle menos que a un tran violadores debajador peruano, los hacen trabajar más.

Les aseguro que el caso de este joven que atropelló y fugó, a la que Fiscalía ha tratado con guantes de seda, es un caso más de esto. Necesitamos una política. Si esta gente se va a quedar en el Perú, hay que pensar en el futuro del Perú y del millón de venezolanos como parte de nuestra población.

Ya no somos 33 millones, ahora somos 34. Esa realidad. Si estas personas se van a quedar, entonces discutamos cómo lo vamos a enfrentar. ¿Le vamos a dar la nacionalidad peruana, la residente permanente, y reconocer los títulos de los profesionales?

◼ Política Pública

Además, cuál es la actitud que vamos a tener con esta porción de venezolanos, como este joven que atropelló a la fiscalizadora, que son violadoras de la ley. Hay asaltantes y ladrones venezolanos. Hay gente violenta entre ellos. A esos hay que sacarlos. Pero necesitamos tener una política pública, una estrategia como país para no andar reaccionando al momento.

Esto se va a poner peor si no lo arreglamos. No nos quedemos en el castigo ejemplar de este venezolano, que por violar la ley, debería ser expulsado del país. Por supuesto que sí. Pero luego de haber cumplido con sus obligaciones de la justicia y pagar por la responsabilidad de sus actos.

Pero acá no está la discusión del vergonzoso de la representante del Ministerio Público, sino está planteado un problema de fondo. ¿Qué hacía un joven venezolano sin breve y sin identidad definida manejando un vehículo de transporte público? ¿Cuántas gente hay en esta situación?

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