Terror en Santa Anita: Ataque armado de sicarios en moto deja un muerto y tres heridos
Un nuevo hecho de violencia ha sacudido al distrito de Santa Anita. En la madrugada del jueves 3 de julio, tres hombres que regresaban de una fiesta fueron emboscados por dos sicarios en motocicleta, quienes abrieron fuego contra el vehículo en el que se desplazaban. El ataque ocurrió en la cuadra 5 de la calle Gran Chimú y dejó como saldo un fallecido y tres heridos de gravedad.
La víctima mortal fue identificada como Jesús Alexander Díaz Barbarán, quien recibió un disparo directo en la cabeza mientras se encontraba en el asiento del copiloto. Según imágenes captadas por una cámara de seguridad, uno de los agresores se acercó a la ventana del vehículo y ejecutó el disparo mortal antes de huir junto a su cómplice con dirección a la avenida Central.
Los dos acompañantes de Díaz Barbarán lograron salir del automóvil y escapar, aunque resultaron heridos durante el ataque. Ambos fueron trasladados de urgencia al Hospital Nacional Hipólito Unanue, en El Agustino, donde permanecen bajo observación médica.
¿Qué se sabe del ataque y la posible motivación?
De acuerdo con la información preliminar obtenida por la Policía Nacional del Perú (PNP), las víctimas regresaban de una reunión social en el distrito de San Juan de Lurigancho y ya se encontraban cerca de sus domicilios al momento del atentado. Una de las hipótesis que se maneja es que los hombres habrían tenido un altercado previo con los sicarios durante dicha actividad.
Esta línea de investigación está siendo verificada por agentes de la División de Homicidios de la PNP, quienes han iniciado la búsqueda de los autores del crimen con apoyo de las grabaciones obtenidas en las cámaras de videovigilancia de la zona. En el lugar del ataque se encontraron al menos siete casquillos de bala, algunos de los cuales terminaron incrustados en las paredes de viviendas cercanas.
¿Cómo actuaron los sicarios durante el crimen?
Los registros de video muestran que los atacantes se movilizaban en una moto lineal. Al llegar al punto donde se encontraba el vehículo de placa BZO-694, se acercaron sin levantar sospechas y dispararon varias veces a quemarropa. Una de las puertas del automóvil había quedado abierta durante la huida de uno de los ocupantes, lo que facilitó al sicario disparar directamente a la víctima mortal.
La PNP acordonó la zona minutos después del atentado e inició las diligencias correspondientes con apoyo de vecinos que entregaron las grabaciones de seguridad. La brutalidad y precisión del ataque refuerzan la hipótesis de que se trató de un ajuste de cuentas.
La investigación continúa en curso y la PNP, junto con la Fiscalía, analiza las pruebas recogidas en la escena del crimen para identificar y capturar a los responsables. Este nuevo ataque vuelve a poner en evidencia la creciente inseguridad en Lima Metropolitana y la modalidad de sicariato que se repite con alarmante frecuencia en distintos distritos.