Chincha: Santa peruana continúa esperando ser beatificada por parte del Vaticano
En nuestro país hay una serie de figuras que según creencias populares conceden hechos sobrenaturales y milagros que no han sido reconocidos por la Iglesia Católica. Tal es el caso de Melchora Saravia Tasayco, más conocida como La Melchorita por sus fieles seguidores en el Perú y que espera ser beatificada por el Vaticano.
La Melchorita necesita beatificación
Nacida el 6 de enero de 1895 en un hogar extremadamente católico, pero sumamente pobre, en el pueblo de San Pedro Ñoco Bajo, hoy es parte del distrito Grocio Prado, en Chincha.
Desde muy pequeña aprendió muy bien las oraciones y rituales cristianos que sus padres le enseñaron, incluso antes de poder acudir a la escuela. A falta de una capilla cercana a su casa, Melchorita demostraba su fe caminando cada domingo cinco kilómetros, hasta llegar a Chincha Alta, con el fin de escuchar misa y comulgar.
El 15 de agosto de 1924 fue aceptada como novicia de la Tercera Orden Franciscana en Grocio Prado. En el convento del presbítero Miguel Gamarra fue nombrada discreta vicaria de culto el 31 de enero de 1946. Su vida como religiosa se centro en el ministerio de la Eucaristía, pues para ella la presencia de Jesús en un pedazo de pan consagrado y en la misa era real.
Milagros de La Melchorita
Durante su labor religiosa en la orden de San Francisco daba de comer a los hambrientos con una "olla sin fondo" que, según sus devotos, nunca se le agotaba la comida. Durante sus años de vida alimentaba a los más pobres con una olla en la que no se acababa la comida hasta que todos estuvieran saciados.
A los 57 años cayó enferma y fue internada en el Hospital San José por presentar unas dolorosas llagas en el pecho. Los doctores quedaban admirados pues la mujer no se quejaba de los dolores que sufría. La noche de su muerte la Madre Superiora le permitió a la comunidad religiosa que entre a su cuarto para rezar el Santo Rosario. Esa misma noche, 4 de diciembre de 1951 falleció.
El entierro se llevó a cabo al día siguiente, pero al no haber cementerio en Grocio, sus restos fueron enterrados en Chincha. Desde entonces la fama de santa de La Melchorita se extendió por todo Chincha y por otros ciudadanos del Perú. Actualmente, su hogar se convirtió en un punto de peregrinación para los creyentes quienes piden su beatificación.