Satipo: Encuentran sin vida a profesor asháninka a un lado de la carretera
Consternación y dolor en la provincia de Satipo, región Junín, tras el hallazgo sin vida de Quispe Núñez Comante, un profesor asháninka de 47 años, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado lunes al costado de la carretera principal que conecta los distritos de Río Negro y Pichanaqui, en el sector conocido como Portillo Alto.
Misteriosa desaparición
Quispe Núñez laboraba como docente en la comunidad nativa de Pomporito, ubicada en el distrito de Río Tambo, una zona de difícil acceso donde se desempeñaba como educador bilingüe intercultural. Su compromiso con la educación y el desarrollo de su comunidad era ampliamente reconocido por estudiantes y colegas.
El viernes anterior a su hallazgo, el profesor se comunicó con su hijo, Hans Núñez, a quien le indicó que regresaba a la comunidad. Sin embargo, desde el sábado siguiente no se supo más de él. Preocupado por la falta de contacto, Hans intentó comunicarse en varias ocasiones sin obtener respuesta.
Fue recién el lunes que, a través de los medios locales, se enteró del hallazgo de un cuerpo en Satipo, que posteriormente reconoció como el de su padre en la morgue local. Las causas del fallecimiento aún no han sido esclarecidas, y la comisaría de Río Negro ha iniciado las investigaciones correspondientes. No se descarta ninguna hipótesis, mientras se esperan los resultados de la necropsia.
Dolor en la comunidad
La comunidad educativa y nativa de Río Tambo se encuentra profundamente afectada por la muerte de Quispe Núñez, quien dedicó su vida a la enseñanza de niños y adolescentes en zonas rurales de la selva central. Compañeros docentes, estudiantes y líderes indígenas han expresado su pesar por la trágica pérdida, al tiempo que demandan a las autoridades una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
"Era un hombre íntegro, muy querido por sus alumnos y por toda la comunidad", expresó uno de los dirigentes de Pomporito. La Dirección Regional de Educación de Junín también se pronunció, brindando condolencias a la familia y anunciando apoyo legal para el seguimiento del caso.
La repentina muerte del profesor asháninka ha puesto en evidencia los riesgos que enfrentan los docentes en zonas alejadas, así como la necesidad de mayor seguridad y apoyo institucional para quienes trabajan en contextos rurales e indígenas.