Joven ordena matar a su padre mientras dormía para cobrar su herencia valorizada en miles de dólares
En Brasil, una joven de 19 años ordenó el asesinato de su padre mientras él dormía en su casa de playa. Todo para cobrar una herencia valorizada en miles de dólares. La frialdad con la que planeó el crimen quedó al descubierto gracias a las cámaras de seguridad y su actitud distante.
Crimen por herencia
En un inicio, Amanda Chagas Botrel contó a las autoridades que varios sujetos armados habían ingresado a la vivienda de su padre, Ayres Botrel, para asesinarlo. Sin embargo, su versión cayó cuando las cámaras de seguridad mostraron que solo su vehículo ingresó a la casa esa noche, sin rastro de otros autos o personas.
Ante las evidencias, Amanda confesó. No solo fue testigo del asesinato, sino que fue quien lo ordenó. Según declaró, ella misma trasladó a los asesinos a la vivienda y facilitó su ingreso mientras Ayres dormía.
¿Cuál era el objetivo? Quedarse con la herencia que incluía un camión, inmuebles y activos valorizados en más de dos millones de reales brasileños, es decir, más de 360 mil dólares.
La policía sospechó desde el primer momento que el crimen tenía un trasfondo económico. A pesar de que Amanda ya tenía un dúplex a su nombre y vivía cómodamente, aparentemente no era suficiente. Las autoridades establecieron que la joven quería acelerar el proceso de sucesión familiar.
Frialdad total tras crimen
Otro detalle que levantó sospechas fue la forma en la que Amanda reaccionó tras los disparos. No llamó a la policía ni pidió ayuda de inmediato. Lo hizo entre 15 y 20 minutos después, y no a emergencias, sino a su madre, desde el restaurante donde ella trabajaba.
La actitud de Amanda también generó preocupación entre los investigadores. Según el detective Rodrigo Belo, de la 14.ª Comisaría de Homicidios, la joven se mostró distante durante el interrogatorio. No mostró ninguna reacción emocional, ni siquiera cuando su madre rompió en llanto frente a ella.
Aunque tenía "todo lo bueno y lo mejor" —vivía con sus padres, estudiaba en la universidad y no le faltaba nada—, según afirmó su madre, las pruebas apuntan a que su motivación era obtener la herencia lo más pronto posible.
Tras confesar su participación como autora intelectual del asesinato, Amanda Botrel fue detenida y enviada a una prisión femenina en Recife. La investigación concluyó que la joven ordenó matar a su padre mientras dormía, impulsada por el deseo de cobrar una herencia valorizada en miles de dólares.