Ni pistachos ni almendras: Conoce el FRUTO seco que ayuda a controlar el colesterol y protege los huesos
Mientras todos hablan de pistachos y almendras, hay un fruto seco que algunos pasan por desapercibido y se estaría llevando la delantera por sus beneficios para el corazón y los huesos. Descubre aquí cuál es y cómo incluirlo en tu dieta de forma saludable.
Fruto seco y sus beneficios para tu salud
En la búsqueda constante por mejorar nuestra salud, a menudo nos enfocamos en frutos secos populares como las almendras y pistachos o las avellanas. Sin embargo, hay un fruto seco menos conocido que está demostrando ser más eficaz que los tradicionales a la hora de controlar el colesterol y proteger nuestros huesos, si se consumen con responsabilidad.
Se trata del anacardo, rico en ácidos grasos monoinsaturados, beneficioso para el sistema cardiovascular. Este fruto seco originario de América del Sur, también conocido como marañón, cajú, o "casho", se cultiva en varias regiones y se utiliza tanto en la gastronomía como en la medicina tradicional.
Ayuda a controlar el colesterol LDL (el "malo") y aumentar el colesterol HDL (el "bueno"); además, tiene propiedades antioxidantes, que según el portal 'Cleveland Clinic', combaten el estrés oxidativo que contribuye al endurecimiento de las arterias, conocido como aterosclerosis.
Anacardo ayuda a bajar tu colesterol malo
Los estudios indican que incorporar anacardos en tu dieta puede reducir los niveles de triglicéridos y promover una mejor circulación sanguínea. Por lo tanto, si te preocupan los problemas relacionados con el colesterol, los anacardos podrían ser una excelente opción para incluir en tu rutina alimenticia.
Además, por si fuera poco, su alto contenido de magnesio protege los huesos y nervios. También es saciante, rebaja la ansiedad y ayuda a conciliar el sueño. En la cocina combina muy bien con la pimienta, la lima y el jengibre. Entre otros de sus beneficios están los siguientes:
- Antioxidantes naturales: Los anacardos contienen antioxidantes como vitamina E y flavonoides, que protegen las células del daño oxidativo. Esenciales para mantener la piel joven y saludable.
- Proporcionan energía de liberación lenta, perfecta para mantenerte activo durante el día sin los picos de energía que provocan otros snacks menos saludables.
- Apoyo al sistema inmunológico: Ricos en cobre y en zinc, un mineral crucial para la salud celular y la función metabólica.
- Protegen tu cerebro: La vitamina E y el zinc presentes en los anacardos ayudan a prevenir el deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas.
- Favorecen la digestión: Su contenido en fibra favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
¿Cómo incluir este fruto seco a tu dieta?
La cantidad recomendada de anacardos para aprovechar todos sus beneficios es de unos 30 gramos al día, es decir, alrededor de un pequeño puñado. Esta cantidad es suficiente para mantener una dieta equilibrada sin excederse en calorías.
Este fruto es versátil y fácil de incorporar en tu rutina diaria. Aquí tienes algunas formas deliciosas de disfrutarlos:
- Como snack: Disfruta un puñado de anacardos entre comidas para mantener tu energía y controlar el hambre.
- En ensaladas: Agrégalos troceados a tus ensaladas para un toque crujiente y nutritivo.
- En batidos o smoothies: Incorpóralos a tus batidos junto con frutas, yogur o leche vegetal.
- En repostería: Úsalos triturados para darle un toque especial a galletas, muffins y otros postres caseros.
- Como señala la Fundación Española de Nutrición, el anacardo puede ser consumido directamente después de tostado o frito.
No olvides que, aunque son saludables, los anacardos tienen un alto contenido calórico, por lo que es importante disfrutar de ellos con moderación. Además, es relevante resaltar que de presentar alguna alergia o síntomas adversos tras su consumo, no dudes en acudir inmediatamente a un profesional de la salud.
De esta manera, se reveló que mientras que otros frutos secos como las almendras y pistachos han recibido mucha atención por sus beneficios, los anacardos ofrecen una combinación única de propiedades que los convierten en uno de los mejores alimentos para controlar el colesterol y fortalecer los huesos.