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Lamentable

Hijas demolieron casa familiar por disputa de herencia en Arequipa

El señor Emilio Ramírez Pro, un padre arequipeño en delicado estado de salud, vivió el derrumbe de su vivienda tras ser presionado por sus propias hijas para repartir la herencia de su difunta esposa.
Padre de familia llora desconsoladamente (La voz de los lípez)/ Facebook
11-05-2025

Emilio Ramírez Pro, ciudadano peruano residente en Arequipa, enfrenta una dolorosa situación familiar marcada por la pérdida, la enfermedad y una disputa por herencia. 

 ¿Cómo comenzó el conflicto familiar?

Tras el fallecimiento de su esposa, Aurelia Nina Paucar, el pasado 21 de marzo de 2024, Emilio inició el proceso de sucesión intestada, solicitando ante el registro correspondiente ser reconocido como heredero junto a sus hijas, Yennifer e Ivon.

Pese a que el trámite legal debía ser una formalidad, se convirtió en el inicio de un conflicto que alteró completamente la armonía familiar. Emilio relata que sus hijas lo presionaron insistentemente para que firmara la entrega inmediata de los bienes. 

Sin embargo, debido a su delicado estado de salud, no pudo responder a sus demandas con la prontitud que esperaban. "Ellas me obligan a darles la herencia. No he firmado porque me enfermé y me amenazaron", declaró con lágrimas el padre de familia.

Según el propio Emilio, él no escatimó en esfuerzos para brindarles lo mejor, educación, apoyo económico y la oportunidad de que una de ellas viajara al extranjero. Sin embargo, afirma que nunca imaginó que sus hijas actuarían con tal dureza.

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¿Por qué llegaron al extremo de destruir la casa?

El caso dio un giro aún más desgarrador cuando las hijas, junto a sus respectivos esposos, trasladaron un tractor hasta la propiedad familiar para demoler la vivienda donde crecieron. 

La escena, según Emilio, fue devastadora. "Yo soy su padre y estoy enfermo. Qué les cuesta esperar. No sé qué clase de hija he traído, la desconozco", expresó con profunda tristeza.

La casa, construida con años de esfuerzo y trabajo, no solo era un bien material, sino también un símbolo del sueño familiar compartido con su esposa. 

Hoy, solo quedan escombros donde alguna vez hubo alegría y unidad. Emilio observa en el cemento roto una herida que va más allá de lo físico, la ruptura de un lazo filial que parecía indestructible.

El conflicto legal por la sucesión intestada de Aurelia Nina Paucar evidenció no solo los vacíos emocionales dentro de la familia Ramírez Nina, sino también las consecuencias que puede traer una herencia mal gestionada. Lo que debía ser un trámite civil terminó en la demolición de una vivienda y en la fractura de los vínculos familiares. 

Mientras el proceso legal continúa, Emilio Ramírez enfrenta no solo su enfermedad, sino también el peso de una pérdida mucho más profunda, la de su propio hogar y la unidad con sus hijas.