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OPINIÓN | Nicolás Lúcar: Y los otros... ¿pa' cuándo?

Pedro Pablo Kuczynski, Ollanta Humala, Susana Villarán, Alan García, Alejandro Toledo y José Graña Miró Quesada siguen libres a pesar de haber recibido dinero de Odebrecht.
lucar
31-01-2019

Desde hace tres meses, Keiko Sofía Fujimori está cumpliendo una orden de prisión preventiva que debe extenderse 33 meses más, mientras culmina la investigación en su contra y se le juzga. A mí, la medida me parece justa, pero también me parece justa la pregunta de por qué los otros, los que gobernaron el país y lo saquearon no están presos como ella.

A Keiko se le acusa de haber recibido dinero de la caja negra de Odebrecht para su campaña electoral, un millón 200 mil dólares para ser exactos, y de haber fraguado información a través de diversos mecanismos para introducir este dinero de origen ilegal a sus gastos de campaña, fraguando aportes de personas que nunca aportaron, inflando ingresos de eventos partidarios de recaudación y recurriendo hasta al “pitufeo”. Pero la razón principal para dictar la medida preventiva fue la comprobación de que se había presionado a testigos y se había recurrido a diversos mecanismos de presión sobre el sistema de justicia para perturbar la investigación, lo cual, a criterio de los jueces, suponía un peligro para el proceso de investigación en su contra.

La medida generó y sigue generando controversia. A mí me resulta razonable, a otros les resulta excesiva. A mí lo que me parece excesivo es que los otros, que recibieron dinero de Odebrecht para sus campañas, no sean tratados con la misma severidad. Lo que no comprendo es por qué pasan los meses y Pedro Pablo Kuczynski sigue libre y jugando al tenis con todas las evidencias que hay en su contra, que Ollanta Humala esté libre y hasta pontificando sobre política nacional en permisivas entrevistas en el canal del Estado, que Susana Villarán no responda por haber recibido tres veces más dinero que Keiko para su campaña, dinero que también “pitufeó” y a cambio, favoreció los intereses de Odebrecht en la Municipalidad de Lima. A mí me resulta irritante que Alan García siga libre pretendiendo decirnos a los peruanos lo que está bien y lo que está mal y conspirando escandalosamente contra el acuerdo de colaboración eficaz con Odebrecht para tratar de librarse de la justicia. Me escandaliza que Alejandro Toledo se haya escapado de la justicia con la evidente ayuda de alguien de adentro, y que hasta ahora no tengamos ni abogado para extraditarlo. Me parece una vergüenza que ninguno de los líderes del 'Club de la Construcción' esté preso y, peor aún, que sin asco sigan ganando licitaciones.

Me resulta un escándalo que el principal socio de Odebrecht en la red de corrupción que saqueó el Peru, José Graña Miró Quesada, no tenga siquiera impedimento de salida del país.

Algo está mal en todo esto.

La justicia no puede sesgarse políticamente, ni rendirse a presiones por poderosas que sean.

Para empezar, los peruanos tenemos derecho a saber qué está pasando, uno por uno, con cada uno de estos casos.

Tenemos derecho a recibir la información de por qué las cosas están como están, y la fiscal de la Nación, Zoraida Avalos, tiene la obligación de darnos las respuestas que estamos esperando.

Pa' cuándo señora fiscal de la Nacion, los otros... pa' cuándo.