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Impresionante hallazgo

El enigma de las ballenas que resisten sin oxígeno abre nuevas rutas para el avance médico

Un estudio de la Duke University School of Medicine, indicó que las ballenas de hocico ganso o zifios abren nuevas rutas para el avance médico relacionadas a la falta de oxígeno.
El estudio de las ballenas de hocico ganso abre nuevas puertas para tratar enfer National Geographic
26-08-2025

Tras la curiosidad de investigar a las ballenas de hocico ganso o zifios por su habilidad de sumergirse a profundidades extremas siendo capaces de tener resistencia a la hipoxia, expertos de Duke University School of Medicine, ubicado en Estados Unidos, quedaron asombrados por un descubrimiento sin precedentes sobre estos mamíferos que podría revolucionar la medicina.

Descubrimiento de la investigación

Estos mamíferos conocidos como Zifios de Blainville realizan sus inmersiones a las profundidades marinas de una forma coordinada valiéndose únicamente de sus sentidos de ecolocalización, el cual es el uso del sonido para sondear los alrededores y así poder detectar a sus presas. En ese sentido, es probable que estos comportamientos, basados en la ecolocalización hayan ayudado a sobrevivir a esta especie marina durante millones de años

"La ballena picuda (Ziphius cavirostris) es la especie mamífera que realiza las inmersiones más largas y profundas en busca de alimento con una inmersión máxima registrada de 22 minutos. La ballena picuda y otros mamíferos marinos no experimentan las respuestas negativas que otros mamíferos tendrían durante tres horas sin respirar", detalla el estudio.

Estas hazañas las convierten en un modelo singular para poder investigar la resistencia a la privación del oxígeno (hipoxia). Además, abriría la puerta a nuevas estrategias médicas para tratar enfermedades humanas como el cáncer y el accidente cerebrovascular. Las ballenas picudas pueden soportar 22 minutos sin respirar.

Teniendo en cuenta que estos mamíferos pasan la mayor parte de su vida sumergidos en aguas profundas, el estudio resultó especialmente complicado y hasta el momento presenta obstáculos para poder realizarlo. La fisióloga del comportamiento de Duke University School of Medicine, Jillian Wisse, encabeza el equipo que realiza las expediciones en la costa de Carolina del Norte. 

Mediante dardos se extraen muestras que suelen centrarse en fragmentos de piel y grasa durante los breves intervalos en la superficie. Estas muestras obtenidas se cultivan y exponen en laboratorio a condiciones de bajo oxígeno. Esto simula las inmersiones profundas para analizar su respuesta biológica. En casos de animales varados, los investigadores acceden a su órganos internos, ampliando el campo de estudio.

Posible avance médico

El equipo de Jillian Wisse investiga muestras cerebrales de las ballenas de hocico ganso para poder comprender cómo funcionan sus neuronas en condiciones extremas donde escasea el oxígeno, ya que el cerebro es el órgano más vulnerables a los daños por hipoxia o privación de oxígeno. En ese sentido, comprender cómo los mamíferos marinos controlan la inflamación durante extremas condiciones puede aportar ideas para desarrollar fármacos que imiten ese mecanismo de supervivencia.

No obstante, recolectar muestras cerebrales vivas aun sigue siendo un reto técnico y ético. Sin embargo, cada acercamiento a estos animales representa un avance científico significativo. Asimismo, no solo investiga la hipoxia sino también la resistencia al cáncer, la longevidad y la reparación del ADN en distintas especies de estos mamíferos, así como la ballena de Groelandia. En ese sentido, cada avistamiento de estos majestuosos animales marinos son una oportunidad valiosa para la ciencia.