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Impresionante historia a casi cuatro décadas

El motín del sexto: A 39 años del peor suceso carcelario ocurrido en el Perú

El 27 de marzo de 1984, en el Perú ocurrió el insólito momento carcelario trasmitido en vivo por los noticieros, hecho que los peruanos no podrán olvidarlo. El motín del penal El Sexto.
El motín del penal El Sexto (Archivo: EC).
20-03-2023

Más de 10 reclusos iniciaron una revuelta que dejó como saldo 22 muertos y 40 heridos el 27 de marzo de 1984. Entre las víctimas se encontraba el narcotraficante peruano 'Mosca Loca', quien fue degollado por las rencillas con otros presos por pretender obtener el poder en la prisión

Debido a ello, llamó la atención de los periodistas que durante la tarde del 27 de marzo, trasmitieron en vivo a través de los canales de señal abierta. 

Inicio de las horas de terror

Este motín dio inicio alrededor de las 10:00hrs, tiempo en el cual se iba a servir el desayuno en los pabellones del penal, pero el recluso Víctor Ayala, alias 'Carioco', hirió al auxiliar de cocina, lo que desencadenó el motín, liderado por los reos Luis García Mendoza, 'Pilatos', y Eduardo Centenaro Fernández, 'Lalo', y con la participaron de otros 10 reclusos más.

Todos estos integrantes estuvieron armados con pistolas, cuchillos y cargas de dinamita, herramientas que ingresaron por contrabando durante la escenificación de una obra de teatro que organizó para la población penitenciaria.  Estos cómplices tomaron a 14 personas como rehenes 

Tomaron como rehenes a 14 personas, entre ellos a tres reos: los narcotraficantes Guillermo Cárdenas Dávila, 'Mosca Loca', y Eduardo Núñez Baráybar, y Antonio Díaz Martínez, preso por pertenecer a Sendero Luminoso.

Horas intensas

Mientras que los civiles secuestrados fueron los trabajadores penitenciarios Alfonso Díaz, Magda Aguilar, Luis Arrese, Marcos Escudero, Amelia Ríos de Coloma, Carmen Montes, Walter Corrales, Segundo Días Velásquez, Luis Morales, Rolando Farfán Candia y Carlos Rosales Arias.

Tras el conocimiento público del hecho, el entonces presidente Fernando Belaúnde Terry ordenó que se inicien las negociaciones para encontrar una solución pacífica, con la participación de efectivos de aquella Guardia Republicana

Efectivos de la Guardia Civil.

Asimismo, la prensa llegó y lograron ubicar sus cámaras en el techo de algunos vecinos del colegio Nuestra Señora de Guadalupe, para captar la noticia del momento, algunos vecinos, incluso, comenzaron a alquilar sus ventanas y terrazas a los curiosos periodistas.

En la escena, se proyectaba tres grupos, la Guardia Civil, que dirigía sus fusiles contra los internos, pero estaban prohibidos de disparar, las autoridades, que trataba de iniciar las negociaciones con los reos, pero no alentaban a los rehenes, y finalmente, los medios de comunicación que captaban al detalle todo el suceso. 

Muerte y violencia

Los agresores se enteraron que la televisión estaba transmitiendo en vivo la revuelta y empezaron a mostrar carteles con mensajes, escritos con lápiz labial, exigiendo su libertad. 

Asimismo, los rehenes obligaron a gritar, desde el techo, para pedir lo que solicitaban los malechores, mientras los amenazaban con arma blanca en sus cuellos. 

Ante la demora de una respuesta de autoridades para entregarles el vehículo solicitado para su fuga, alrededor de las 13:55 hrs, los delincuentes cobraron la vida de su primera víctima, quien fue el agente penitenciario Carlos Rosales, este fue llevado al techo del penal y, a plena vista de las cámaras en donde fue rociado con kerosene y después quemado vivo.

Luego de ello, algunos miembros de la Guardia Republicana, que estaban apostados en el muro, lograron rescatar al hombre en llamas y lo trasladaron aún con vida al hospital Arzobispo Loayza, pero falleció el 2 de abril.

A pesar de ello, los delincuentes dijeron que si no recibían el vehículo, a las 13:00 hrs, asesinarían a otro rehén, y así fue, a las 14:00 hrs. En horas de la tarde, otro empleado penitenciario, Rolando Farfán, capitán de la guardia, fue llevado al techo, en donde el recluso Juan Alberto González, alias 'Beto', le disparó en el abdomen a quemarropa.

Hombre herido por los secuestradores.

Momentos después, un papel fue entregado a la prensa:

"Señor Fiscal:

Somos 12 internos que hemos tomado esta actitud porque queremos lo siguiente:

1.- Dos camionetas que no sean cerradas con lunas polarizadas.

2- Qué despejen la Av. Bolivia.

3- Qué no nos sigan porque nos llevaremos los rehenes, los cuales eliminaremos uno por uno, durante el trayecto, siempre y cuando Uds. nos sigan.

4- Que los vehículos se encuentren en buen estado, aceite, gasolina, etc.

5- Qué tengan chóferes.

6- Qué las camionetas ingresen al patio.

7 - Qué una vez que botemos a los rehenes si quieren nos matan, pero déjennos en libertad".

Carta escrita por los secuestradores.

En horas de la tarde, el empleado del penal Walter Corrales, ensangrentado, logró escapar por el techado, pero en su intento de fuga los malhechores le acuchillaron en varias ocasiones en la pierna y un balazo a quemarropa en la cintura, pero a pesar de esto logró salvarse y sobrevivir.

En la noche, los amotinados siguieron mostrándose violentos ante las cámaras de televisión. Le cortaron el rostro a otro de los rehenes.

El Rescate

Aproximadamente a las 21:50 hrs, la Guardia Republicana informó a los amotinados que les iban a entregar un vehículo, pero estos hicieron ingresar una camioneta policial, el cual en el interior estaba ocupado por agentes fuertemente armados y equipados con bombas lacrimógenas.

En ese momento se cortó la electricidad en la cárcel y los agentes, los que ingresaron en la camioneta y los que estaban apostados en los muros, lanzaron gases paralizantes y bombas lacrimógenas.

En esa línea, los francotiradores abrieron fuego contra los amotinados y los policías procedieron a separar a los rehenes y alejarlos, todos los demás rehenes fueron rescatados con vida, incluida la psicóloga Amelia Ríos de Coloma, quien recibió un impacto de bala en la mandíbula. Años después, escribió el libro 'Rehenes en el Infierno', contando su experiencia.

Los reos Núñez Baraybar y Díaz Martínez también fueron rescatados ilesos, pero Guillermo Cárdenas Dávila, 'Mosca Loca', fue degollado por los reos con los que tuvieron rencillas.

Mientras que 'Pilatos', cabecilla del motín, se negó a rendirse y se atrincheró en el baño, este murió baleado, junto a otros dos amotinados, mientras que Juan Alberto González Zavaleta, 'Beto', se escondió en su celda, pero a la mañana siguiente se suicidó pegándose un tiro en el corazón.

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