Judiciales
Presunto ataque político

Martín Vizcarra compartió espacio en Ancón II junto a pacientes con VIH y TBC: "Lo quisieron humillar"

El defensor legal de Martín Vizcarra, Erwin Siccha, aseguró que el expresidente fue ubicado en condiciones inhumanas en Piedras Gordas II.
Martín Vizcarra en Ancón II. (Composición: Exitosa)
04-09-2025

En declaraciones a Exitosa el abogado del expresidente Martín Vizcarra, Erwin Siccha, relató que su patrocinado fue ubicado en el tópico del centro penitenciario, un ambiente en el que se atienden a pacientes con enfermedades de alto riesgo como tuberculosis (TBC) y VIH. Según el letrado, esta situación vulneró la dignidad y seguridad del exmandatario.

Vizcarra habría estado en contacto con enfermos

El abogado detalló que el cambio de centro penitenciario se justificó bajo el argumento de reforzar la seguridad personal de Vizcarra. Sin embargo, señaló que esta medida se ejecutó sin contar con un espacio adecuado para su alojamiento.

"Cuando lo trasladan del establecimiento penitenciario de Barbadillo a Ancón II, supuestamente las razones eran de seguridad personal, pero lo trasladan a Ancón II donde no existía un lugar donde él pueda pernoctar", indicó Siccha.

Al no existir un espacio designado, Vizcarra fue derivado al tópico médico del penal, lugar en el que se atienden a internos que padecen enfermedades infectocontagiosas.

"Entonces lo ubicaron en el tópico del establecimiento penitenciario de Ancón II y en ese tópico justamente se atendían, realizaban sus tratamientos médicos personas que padecían de Tuberculosis y de VIH. Esa es la situación degradante en la que se encontraba el señor Martín Vizcarra", declaró el abogado.

Amenaza de celda de castigo y "humillación"

Siccha también reveló que, además de la exposición a riesgos de salud, se planteó recluir al expresidente en un ambiente de aislamiento que calificó como punitivo.

"No había un lugar donde se le pueda ordenar que él pueda pernoctar y que se garantice su seguridad. Incluso llegaron al extremo de decirle que lo iban a trasladar a una celda de 2x2 a 500 metros de los demás presos, que en la realidad era una celda de castigo", señaló el abogado.

El defensor de Vizcarra consideró que la intención detrás de estas medidas fue degradar y quebrar emocionalmente a su defendido. Aunque finalmente la situación fue revertida, aseguró que el daño ya está hecho.

"Frente a esa situación, que lo quisieron humillar, que lo quisieron afectar emocionalmente, hay que dar, en cierta medida, gracias de que fue revertida, pero lo cierto es que ese daño causado no podrá ser revertido jamás", enfatizó.

La denuncia de Erwin Siccha reabre el debate sobre las condiciones carcelarias y el trato que reciben las autoridades recluidas en el país. El caso de Martín Vizcarra expone no solo las deficiencias de infraestructura en los penales, sino también la necesidad de garantizar que los derechos fundamentales de los internos sean respetados, independientemente de su situación jurídica.