Crisis política en Francia tras la pérdida del voto de confianza del primer ministro François Bayrou
La derrota de François Bayrou en la moción de confianza celebrada este lunes en la Asamblea Nacional ha desencadenado la caída del Gobierno y sumido a Francia en una nueva crisis institucional. Con 194 votos a favor y 364 en contra, el plan de recortes presentado por el primer ministro fue rechazado por los diputados, lo que llevó al anuncio de su dimisión para este martes.
Una nueva crisis en el gobierno
La presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, detalló el resultado de la votación: "Número de votantes: 573, número de votos emitidos: 558. Mayoría absoluta de votos emitidos: 280. A favor: 194, en contra: 364. La Asamblea Nacional no aprobó la declaración de política general. De conformidad con el artículo 50 de la Constitución, se solicita la dimisión del Gobierno".
Este revés obliga al presidente Emmanuel Macron a actuar con rapidez. Sus opciones se reducen a dos: la formación urgente de un nuevo Ejecutivo que intente superar la fragmentación parlamentaria, o la convocatoria de elecciones legislativas, apenas un año después de los últimos comicios.
La segunda legislatura de Emmanuel Macron, iniciada en 2022, se ha visto marcada por la inestabilidad. El Gobierno de Bayrou es el cuarto que cae en este periodo y el tercero en poco más de un año. Esta situación refleja la profunda división política en el Parlamento, donde ninguna fuerza ostenta una mayoría suficiente para gobernar con estabilidad.
El bloqueo legislativo ha impedido la aprobación de un presupuesto en un momento crítico para la economía francesa. El país enfrenta una deuda pública que ya asciende al 113% del PIB y un déficit cercano al 6%, cifras que aumentan la presión sobre el Ejecutivo y agravan la percepción de crisis entre los ciudadanos.
El plan de recortes que encendió la polémica
En su discurso final, Bayrou defendió la necesidad de aplicar un severo plan de ajuste fiscal. "El verdadero riesgo no era la moción de confianza, sino la inacción", advirtió, subrayando que su propuesta contemplaba recortes por 44.000 millones de euros. Para el ya dimitido primer ministro, esta era la única manera de recuperar la confianza de los mercados y asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Sin embargo, sus planteamientos no lograron convencer a la mayoría parlamentaria, que consideró los recortes como una amenaza social y política en un contexto de creciente descontento ciudadano por la inflación y las medidas de austeridad aplicadas en los últimos años.
La caída del Gobierno de François Bayrou abre un nuevo capítulo de incertidumbre en la política francesa. Emmanuel Macron deberá tomar una decisión crucial en los próximos días, consciente de que cualquiera de las opciones, nombrar un nuevo Ejecutivo o convocar elecciones anticipadas, implica riesgos considerables.