Padre clama cadena perpetua para depravado que raptó a su hija de 11 años en Ate: "Los niños no se merecen esto"
Una menor de 11 años desaparecida en San Juan de Lurigancho fue hallada con vida en Ate luego de un operativo policial que contó con la participación activa de la ciudadanía. La niña se encontraba a bordo de una cúster junto a Jonathan Félix Laynes Moncada (39), acusado de habérsela llevado tras contactarla mediante un videojuego en línea.
La intervención de la Policía Nacional se concretó gracias a la denuncia de un pasajero que identificó al sospechoso y alertó a las autoridades.
Según el testimonio del padre, el presunto captor intentaba escapar hacia Santa Clara, pero fue reducido por los agentes en plena vía pública.
Este caso ha generado gran preocupación entre las familias y la opinión pública, al evidenciar la vulnerabilidad de los menores frente a desconocidos que utilizan plataformas digitales para establecer contacto.
Padre pide cadena perpetua para el detenido
Tras el reencuentro con su hija, el padre expresó su alivio, pero también su indignación frente a la situación. En declaraciones a los medios de comunicación, agradeció la rápida acción de la pasajera y de la Policía, aunque remarcó que la niña se encontraba visiblemente afectada.
Exigió que la justicia sea implacable con el acusado. "Cadena perpetua. (...) A todas esas personas que se les mete en la cabeza abusar de las menores de edad, que les caiga toda la ley encima, cadena perpetua para todos ellos. Los niños no se merecen esto", manifestó.
Su pedido refleja la indignación de muchas familias peruanas ante los delitos cometidos contra menores de edad, y reabre el debate sobre la necesidad de reforzar las penas para quienes vulneran los derechos de la niñez.
Llamado a vigilar el uso de internet en los menores
Además de reclamar justicia, el padre lanzó una exhortación a otros padres de familia para estar más atentos al entorno digital en el que se desenvuelven los niños.
Subrayó la importancia de supervisar el uso de redes sociales y videojuegos en línea, donde pueden presentarse adultos con intenciones de manipular y poner en riesgo a menores de edad.
"Hay que poner un poquito más de nuestra parte y estar al tanto de lo que hacen nuestros hijos en las redes sociales", comentó.
El caso de la menor rescatada en Ate no solo pone de relieve la necesidad de reforzar los mecanismos de protección infantil, sino también la importancia de la participación ciudadana para frenar actos delictivos. El oportuno aviso de un pasajero permitió evitar un desenlace más grave y hoy se convierte en un ejemplo de cómo la comunidad puede contribuir a la seguridad pública.