Hallan en Cusco fardo funerario prehispánico dentro de caja de cartón: Investigan posible tráfico ilícito
El distrito de San Sebastián, en Cusco, volvió a convertirse en escenario de un hecho que evidencia la fragilidad del patrimonio cultural.
Vecinos de Alto Qosqo reportaron la presencia de una caja de cartón abandonada en medio de desechos, que contenía restos humanos atados y envueltos en plásticos verdes.
La alerta llegó a la comisaría de la zona, desde donde se desplegó personal de la Policía Nacional del Perú (PNP) junto con representantes del Ministerio Público.
Al inspeccionar el contenido, las autoridades comprobaron que no se trataba de basura común, sino de un fardo funerario prehispánico.
El hallazgo encendió las alarmas, pues se trataba de un objeto arqueológico descontextualizado, es decir, retirado de su lugar original sin el debido registro científico.
La confirmación estuvo a cargo de especialistas de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, quienes constataron que los restos —aparentemente completos— habían sido manipulados sin criterios técnicos antes de su abandono.
Procedimientos técnicos y conservación
Para resguardar la integridad del hallazgo, los restos fueron trasladados al Gabinete de Antropología Física de la Dirección Desconcentrada de Cultura, donde serán sometidos a estudios especializados de carácter no invasivo.
Según la institución, los análisis estarán orientados a la documentación, conservación y respeto al valor histórico y cultural del fardo.
El procedimiento inicial fue realizado por un equipo multidisciplinario de antropólogos y especialistas en bioarqueología y conservación, quienes aplicaron protocolos internacionales de bioética.
Durante la inspección, se determinó que el cráneo estaba dentro de la caja de cartón, mientras que las extremidades y el torso permanecían sujetos con sogas dentro de un costal.
Este manejo especializado tiene como objetivo evitar alteraciones en la integridad del contexto arqueológico, así como garantizar que los restos reciban un tratamiento acorde con los estándares internacionales.
Investigación y riesgos del tráfico ilícito
El fiscal Florentino Jiménez Fernández asumió la investigación para esclarecer cómo el fardo funerario llegó hasta el botadero de San Sebastián.
El Ministerio Público trabaja en coordinación con la PNP y especialistas en arqueología para identificar responsabilidades y posibles vínculos con el tráfico ilícito de bienes culturales, un problema recurrente en la región cusqueña.
La Dirección Desconcentrada de Cultura advirtió que este hallazgo vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de reforzar los mecanismos de vigilancia y control, debido a que Cusco, cuna de culturas milenarias, sigue siendo una de las zonas más vulnerables frente al saqueo y comercio ilegal de piezas arqueológicas.
Vecinos de Alto Qosqo expresaron su preocupación al recordar que muchos objetos de valor histórico terminan abandonados o en el mercado negro.
Ante ello, las autoridades culturales invocaron a la población a denunciar cualquier acto que comprometa la conservación del patrimonio nacional, subrayando que los restos humanos de origen arqueológico deben ser tratados con la máxima dignidad y respeto.
Con este nuevo caso, Cusco enfrenta un desafío renovado en la protección de su legado, lo que reabre el debate sobre la urgencia de políticas más estrictas y acciones conjuntas contra el tráfico ilícito de bienes culturales.