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¿Por qué no puedes soltar el celular?: La ciencia revela el impacto silencioso del uso excesivo

Un estudio de la Universidad de Texas revela que la simple presencia del smartphone, incluso apagado y fuera de uso, reduce significativamente la capacidad cognitiva de las personas.
Personas con el celular en la mano (difusión)
10-07-2025

Los teléfonos inteligentes se han convertido en una extensión de nosotros mismos. Los revisamos apenas despertamos y los llevamos a todas partes, casi como si fueran un órgano más. Sin embargo, un reciente estudio realizado por la Escuela de Negocios McCombs de la Universidad de Texas en Austin advierte que el impacto va mucho más allá de una simple distracción, tener el celular cerca, incluso apagado, puede reducir nuestra capacidad mental de forma silenciosa pero contundente.

La investigación, liderada por el profesor Adrian Ward, involucró a cerca de 800 participantes. A cada uno se le pidió realizar tareas que requerían concentración total en una computadora. Los voluntarios debían colocar sus teléfonos en tres lugares distintos, en el escritorio, en el bolsillo o bolsa, o en otra habitación. Todos los celulares estaban en silencio.

¿Cómo te drena el cerebro un celular apagado?

Los resultados fueron claros, aquellos que dejaron sus teléfonos en otra habitación obtuvieron mejores puntuaciones que los que los mantuvieron cerca. Incluso si el dispositivo estaba apagado o boca abajo, su sola presencia disminuyó el rendimiento cognitivo.

"Tu mente consciente no piensa activamente en el celular, pero el esfuerzo por ignorarlo consume recursos mentales limitados", explicó Ward. Este "consumo invisible" se traduce en una menor capacidad para realizar tareas que exigen enfoque y memoria de trabajo.

De acuerdo con el estudio, cuanto más visible o accesible está el celular, peor es el rendimiento. Incluso llevarlo en el bolsillo provoca una fuga cognitiva significativa, aunque en menor grado que tenerlo sobre la mesa. Los investigadores también analizaron el nivel de dependencia al celular. 

Aquellos que se consideraban más dependientes tuvieron peores resultados cuando el dispositivo estaba cerca. En contraste, los menos dependientes no mostraron diferencias tan marcadas. Esto confirma que la relación emocional con el celular intensifica su efecto distractor.

¿Qué implicaciones tiene para tu día a día?

Más allá de una simple curiosidad científica, los hallazgos revelan una realidad preocupante: el celular se convierte en una carga cognitiva constante. En contextos que requieren máxima concentración como reuniones importantes, clases o incluso conversaciones personales, tener el teléfono a la vista puede mermar la calidad de tu desempeño sin que lo notes.

Los expertos recomiendan dejar el celular en otra habitación o, al menos, fuera de la vista, para liberar la mente y aprovechar al máximo nuestras capacidades. La investigación demuestra que no se trata solo de controlar el tiempo de pantalla o silenciar notificaciones. 

El desafío real es resistir la tentación omnipresente del celular, cuya simple cercanía nos roba atención y energía mental. Si realmente queremos rendir al máximo, la clave está en mantener el dispositivo lo más lejos posible.