Día Mundial de la Televisión: ¿cómo cambió la historia, el periodismo y ahora lucha por reinventarse?
Este 21 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Televisión, una fecha proclamada por la ONU en 1996 para reconocer el papel de este medio en la promoción del diálogo, la democracia y el desarrollo.
La efeméride recuerda el Primer Foro Mundial sobre Televisión, celebrado ese mismo año, y desde 1997 se convirtió en una oportunidad para reflexionar sobre su influencia y evolución.
Un invento que cambió el mundo
Desde su masificación en la segunda mitad del siglo XX, la televisión transformó la manera en que las personas se informan, se entretienen y se conectan con el mundo. Su capacidad para transmitir imágenes en tiempo real convirtió a la pantalla chica en testigo y protagonista de grandes hitos, desde la llegada del hombre a la Luna hasta la caída del Muro de Berlín.
El impacto en el periodismo
La televisión también ha revolucionado el periodismo. Introdujo el lenguaje audiovisual como estándar informativo, priorizó la inmediatez y convirtió a los noticieros en referentes de la opinión pública.
Asimismo, dio pase a los debates presidenciales televisados, las coberturas en vivo de noticias y los reportajes de investigación que marcaron una nueva era para la prensa, donde la imagen se volvió tan poderosa como la palabra misma.
Ello cambió el paradigma de cómo sería el camino del periodismo hasta la llegada de los teléfonos inteligentes y las redes sociales, que ahora se integran en el día a día de esta labor.
Evolución y desafíos
Hoy, la televisión enfrenta una transformación profunda. La irrupción del streaming y las redes sociales ha fragmentado la audiencia y desplazado el modelo tradicional de programación. Asimismo, la credibilidad informativa se ve desafiada por la desinformación digital.
Por otro lado, la televisión abierta lucha por mantener su relevancia, mientras las nuevas generaciones migran hacia contenidos bajo demanda. Aun así, sigue siendo clave en momentos de crisis, elecciones y eventos deportivos, donde su cobertura profesional y su alcance masivo siguen marcando la diferencia.
El Día Mundial de la Televisión no celebra solo un aparato, sino una revolución cultural. En un mundo saturado de pantallas, la televisión busca reinventarse sin perder su esencia: ser un medio que informa, emociona y conecta. Su historia es también la historia de cómo miramos, entendemos y narramos el mundo.