
10/07/2025 / Exitosa Noticias / Publirreportaje / Actualizado al 10/07/2025
Con 12 puntos en 16 partidos jugados, la chance de volver a un Mundial es casi imposible. Pero mientras haya chances, hay esperanza.
En sus últimos dos encuentros, la selección empató 0‑0 frente a Colombia y repitió resultado ante Ecuador. Esos empates —si bien competitivos— complicaron seriamente sus chances de repechaje: Ecuador, con solo ese punto, aseguró su cupo al Mundial, dejando a Perú virtualmente fuera.
Lo que viene: dos finales en septiembre
Lo que le queda a la Blanquirroja en la siguiente y última doble fecha:
- Jueves 4 de septiembre - 6:30 p.m. (hora Perú): Uruguay vs. Perú (Montevideo)
- Martes 9 de septiembre - 6:30 p.m. (hora Perú): Perú vs. Paraguay (Lima)
Esta es la última oportunidad para un milagro. Perú está contra las cuerdas, y sin margen de error. Necesita ganar ambos compromisos (por un margen total de al menos 4 goles) y que Venezuela y Bolivia no sumen puntos. En el caso de Venezuela, esta debe perder por una diferencia total de al menos 3 goles, ya que en caso de igualdad de puntos, se mira la diferencia de gol.
Mientras tanto, el hincha vive cada paso con una mezcla de nerviosismo y esperanza. Con el auge de los casinos online en Perú, la conexión con el fútbol también se ha trasladado al mundo digital: hoy es posible seguir estadísticas en tiempo real, participar en simulaciones y vivir cada jornada eliminatoria desde múltiples plataformas.
Entre la ilusión y la historia reciente
La presión que hoy pesa sobre la selección no es solo futbolística: es también emocional. Después de 36 años de ausencia, Perú logró volver a un Mundial en Rusia 2018 e ilusionar a todo un país. Aunque fue eliminado en fase de grupos, la Blanquirroja, al mando de Ricardo Gareca, dejó una imagen digna y recuperó algo más valioso: la conexión con su gente.
Pero esa alegría duró poco. En las Eliminatorias para Qatar 2022, Perú alcanzó el repechaje, pero fue eliminado por Australia en penales, quedando nuevamente fuera de la Copa del Mundo. Ahora, con el Mundial 2026 cada vez más cerca y con chances casi nulas, la sensación de deja vu es inevitable.
Por eso cada partido se vive con tanta ansiedad. Más allá de la clasificación, está en juego un ciclo de reconstrucción, una generación que podría despedirse y una hinchada que necesita volver a creer.
¿Cambio de timón o parche de emergencia?
Otra de las cosas que explica el presente incierto de la selección peruana es el cambio constante de entrenador. Tras una serie de resultados flojos en 2024, la Federación Peruana de Fútbol decidió dar por finalizado el ciclo del uruguayo Jorge Fossati, quien no logró consolidar una idea clara de juego ni levantar al equipo en la tabla.
Desde febrero de 2025, el equipo se encuentra bajo la dirección de Óscar Ibáñez, ex arquero nacionalizado peruano y referente histórico del fútbol local. Aunque asumió como interino, ha sido el encargado de dirigir los últimos partidos, incluyendo los recientes empates contra Colombia y Ecuador.
Si bien Ibáñez ha buscado cambiar la cara con nuevos nombres y reforzar la disciplina táctica, con tan poco tiempo, su gestión sigue siendo una incógnita. Lo que está claro es que, más allá de su futuro como técnico, la selección necesita una reestructuración de fondo que permita mayor continuidad y planificación.
Un proceso que va más allá de estos partidos
La clasificación al mundial de Rusia demostró que Perú puede competir en la élite. Si al final no se logra el objetivo, será momento de un análisis profundo: qué se hizo bien, qué falló desde 2028 hasta aquí, y cómo volver a construir un equipo más sólido a futuro. Por supuesto, esto deja en la mira a la base formativa, las ligas regionales y el apoyo institucional.
Según datos del Instituto Peruano del Deporte (IPD), solo el 30 % de provincias cuenta con infraestructura para el alto rendimiento, un número que deberá superarse si queremos consolidar una selección ganadora.
El desenlace: septiembre será decisivo
Con la mirada puesta de reojo en la tabla de posiciones, la Blanquirroja tiene una última bala. Porque la esperanza es lo último que se pierde. Dos partidos, dos finales. ¿Perú está listo para escribir un final épico a esta etapa?.