
04/07/2025 / Exitosa Noticias / Salud / Actualizado al 04/07/2025
Incluir hábitos simples en tu rutina diaria puede contribuir a mejorar la salud cerebral y reducir riesgos asociados al deterioro cognitivo como el Alzheimer. Descubre cuál es ese cambio que los expertos recomiendan para cuidar tu memoria.
¿Cómo ayudar a prevenir el Alzheimer?
El Alzheimer y otras formas de deterioro cognitivo representan un reto creciente a nivel mundial, afectando la calidad de vida de millones de personas y sus familias. Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS), reveló que este mal es de una de las principales causas de discapacidad y dependencia en adultos mayores. En 2021, más de 57 millones de personas vivían con demencia en el mundo, y se proyecta que esa cifra podría ascender a 139 millones para 2050.
Aunque aún no existe una cura definitiva, múltiples estudios han identificado hábitos diarios que pueden contribuir a reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Sin embargo, según un estudio, hay algo más que podemos hacer para prevenir el Alzheimer: dormir. El sueño profundo podría prevenir el deterioro de la salud cerebral que eventualmente puede conducir a esta enfermedad.
"Piense en el sueño profundo casi como una balsa salvavidas que mantiene la memoria a flote, en lugar de que la memoria sea arrastrada por el peso de la enfermedad de Alzheimer", expresó Matthew Walker, uno de los autores del estudio, neurocientífico de la Universidad de California (UC) Berkeley.
Los hallazgos de dicho estudio sugieren que un descanso profundo podría ayudar a mitigar el deterioro de la memoria en las etapas iniciales de la demencia. Además, hace eco de investigaciones anteriores que han encontrado una acumulación de proteínas beta amiloide en los cerebros de personas con apnea del sueño (trastorno común donde la respiración se interrumpe o se hace muy superficial).
Fases del sueño y relación con el Alzheimer
El sueño se divide en dos fases principales y son estas:
Fase no REM: Esta fase, en la que no se producen movimientos oculares rápidos, se divide en los estados N1 (adormecimiento, un 10% del tiempo), N2 (sueño ligero, un 45% del tiempo) y N3 (sueño profundo, un 20% del tiempo).
Fase REM: En esta fase se producen movimientos oculares rápidos. Es una etapa de sueño profundo en la que el cerebro está muy activo y en la que se sueña. Durante ella, el cerebro procesa los recuerdos, especialmente los que tienen una carga emocional, y los almacena.
En un adulto sano joven, el sueño no REM ocupa aproximadamente el 75% del tiempo y el REM el 25% restante. A lo largo de la vida adulta se van limitando las horas de sueño, se reduce significativamente la fase REM y las personas mayores tardan más en alcanzarla.
"El retraso en el sueño REM altera la capacidad del cerebro para consolidar recuerdos al interferir con el proceso que contribuye al aprendizaje y la memoria", indicó Yue Leng, autor principal del estudio que se acaba de publicar en Alzheimer's and Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association.
¿Cómo mejorar el sueño profundo?
La Fundación del Sueño de EE. UU. recomienda dormir de 7 a 9 horas cada noche. Para poder lograr un sueño profundo, incluye buenos hábitos al acostarse, terapia cognitivo-conductual y uso de medicación asesorado por un profesional, si es que corresponde. Además, tienes estos consejos respaldados por la ciencia:
- Mantén horarios regulares para acostarte y levantarte, incluso los fines de semana.
- Hacer que la habitación sea cómoda para dormir y mantener la temperatura ni demasiado caliente ni demasiado fría.
- Evita pantallas y luz azul al menos 1 hora antes de dormir.
- Reduce la cafeína y el alcohol, especialmente por la tarde.
- Haz ejercicio temprano en el día (no justo antes de dormir).
- Crea un entorno oscuro, fresco y silencioso para dormir mejor.
- Evitar tomar siestas al final de la tarde o por la noche.
- Evitar comer comidas copiosas dos o tres horas antes de acostarse y evitar beber grandes cantidades de líquido al final del día.
- Hablar con un médico si existen dificultades para dormir.
De esta manera, dormir bien no solo mejora tu energía y estado de ánimo: también puede ser una estrategia clave para ayudar a proteger tu cerebro del Alzheimer. Invertir en una rutina de sueño saludable es una forma sencilla y natural de cuidar tu salud cognitiva a largo plazo.