
10/07/2025 / Exitosa Noticias / Espectáculos / Actualizado al 10/07/2025
Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, fue uno de los comediantes más queridos de la televisión latinoamericana. Pero lo que antes se veía como "humor blanco" hoy genera críticas, sobre todo desde la comunidad LGBT+. Varias frases y escenas que pasaron desapercibidas ahora son señaladas como bromas homofóbicas.
Un ícono querido, pero conservador
Si alguna vez dijiste "¡Eso, eso, eso!" o te reíste con los enredos de Don Ramón y la Bruja del 71, entonces fuiste parte de la generación marcada por Roberto Gómez Bolaños. El famoso Chespirito construyó un universo televisivo que conquistó a toda Latinoamérica con personajes entrañables y humor familiar.
Sin embargo, detrás del "humor blanco" que tanto lo caracterizó, también hubo silencios y mensajes que hoy no pasan desapercibidos. El propio Bolaños admitió en entrevistas que evitaba temas como el "homosexualismo" —como él mismo lo decía— porque los consideraba peligrosos.
Esa decisión aparentemente neutral terminó generando una ausencia total de personajes de la comunidad LGBT+ en su contenido.
Las burlas a la comunidad LGBT+
No solo se trató de ignorar temas LGBT+, sino de incluir "bromas" que hoy se consideran claramente homofóbicas. Uno de los ejemplos más citados es aquella escena entre Don Ramón y el Profesor Jirafales, donde una confusión con tono romántico se corta con la frase: "Yo le voy al Necaxa", como si eso reafirmara su "masculinidad" y dejara claro que no es gay.
Otra escena que incomoda hoy aparece cuando La Chilindrina le pregunta a Quico si besaría al Chavo para despertarlo. Su respuesta: "Nombre, ni que fuera bailarín de Bellas Artes". El subtexto es evidente: solo un hombre gay lo haría.
En su momento, estas frases se soltaban entre risas, pero con los años se entienden como burlas que refuerzan estereotipos y ridiculizan cualquier comportamiento fuera de lo "masculino tradicional". Además, nunca hubo representación LGBT+ en sus programas. Para muchos, eso no fue casualidad.
Roberto Gómez Bolaños no solo mostró su visión conservadora en sus libretos. En la vida real también defendió posturas que hoy generan controversia. En 2007, por ejemplo, participó en campañas contra la despenalización del aborto en México y expresó públicamente su rechazo al matrimonio igualitario.
El contenido de algunos de sus sketches también ha sido cuestionado por su tono machista o incluso misógino. En un episodio del Doctor Chapatín, cuando se le preguntaba si se casaría con una mujer de 28 años, respondía que prefería "dos de 14". Ese tipo de frases, hoy en día, son señaladas por normalizar discursos totalmente inapropiados.
Incluso Florinda Meza, su pareja, también ha sido criticada por expresiones despectivas. En una entrevista se refirió al actor Édgar Vivar usando la palabra "amariconado", algo que, en pleno siglo XXI, suena completamente fuera de lugar.
La pregunta sobre si Chespirito era homofóbico ha cobrado fuerza a raíz de las críticas a algunas de sus bromas más recordadas. Desde la comunidad LGBT+ se ha señalado que muchas escenas refuerzan estereotipos y burlas que hoy no pasan desapercibidas.