15/12/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
-No, poeta, no eres- me dijo Antenor Orrego, el profético amigo y maestro de César Vallejo, y agregó:
-Lo que serás es periodista y novelista.
-¿Y por qué lo dice, maestro?
-Lo digo porque eres un preguntón.
Tantas preguntas le había hecho que, según el filósofo, algún día yo escribiría una novela sobre su generación, y así fue: décadas después, publiqué Vallejo en los infiernos.
Recuerdo ese diálogo a propósito de la generosa declaración de NOVELISTA DE LA LIBERTAD 2021 que me está siendo conferida por el Congreso de la República a instancias del representante y aguerrido defensor de la cultura, Diego Bazán Calderón.
¡Dios, mío! En solo este año, la 42 Feria del libro Ricardo Palma me ha reconocido como el Escritor del Año, y además el Gobierno Regional de La Libertad y la Municipalidad de Trujillo me han dado el mismo lauro. Si fuera más pedante, estaría a punto de creérmelo. Y, para evitarlo, vuelvo al recuerdo de Orrego.
El año en que entré en la Universidad de Trujillo fundé con otros amigos un grupo literario llamado “Trilce”. Además de querer cambiar el mundo, escribíamos cuentos, cincelábamos indolentes sonetos, tomábamos café hasta la madrugada y a veces nos pasábamos la noche conversando en la prehispánica ciudad de Chan Chan.
Ese año, conocí al filósofo Antenor Orrego, quien había sido el mejor amigo y el mentor de César Vallejo. Nuestro grupo lo invitó a venir a esta ciudad que también era la suya en sus años jóvenes, y él aceptó de muy buena gana.
Orrego había sido, durante una de nuestras escasas primaveras democráticas, senador del Perú y rector de la universidad en la que ahora yo estudiaba. Además, su pasión por la libertad y la justicia social le había costado más de una década de prisiones en los tiempos dictatoriales.
En estos días cumple cien años la brillante generación de Orrego, César Vallejo, Víctor Raúl Haya de la Torre, Carlos Valderrama y, algo después, Ciro Alegría. Solamente pensado en ellos, y hay muchos más, Trujillo, La Libertad, debería ser considerada la capital cultural del Perú.
Tengo buenas razones por eso para agradecer y sentirme muy feliz con la distinción que se me ofrece como Novelista de La Libertad 2021. Pero no me las creo del todo. Más bien, creo que seguiré siendo un siempre joven preguntón.
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