18/11/2022 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
A un mes y medio de culminarse la actual gestión en las regiones y en las municipalidades del país, gran parte de la población peruana tiene la percepción de que poco, o casi nada, se ha realizado en sus localidades. Esta afirmación tiene un contexto más rotundo en los lugares fuera de la capital.
De acuerdo al portal “Consulta Amigable” del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), al 31 de octubre del presente año, de los S/234,526 millones del presupuesto modificado, solo el 67.7% ha sido ejecutado. Este porcentaje equivale a S/158,847 millones, similar al monto gastado durante el 2018.
Según regiones, Lima concentra la mayor cantidad de presupuesto en el 2022 con S/103,239 millones, seguida por Cusco con S/11,406 millones y Áncash con S/10,690 millones. Por otro lado, las regiones con mayor ejecución de presupuesto, a la fecha, son Loreto con 74.7%, Madre de Dios con 73.2% y San Martín con 71.2%.
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Lo interesante de la estadística del MEF es que las regiones con mayor porcentaje de ejecución de sus presupuestos se encuentran entre las 15 regiones con menor presupuesto a nivel nacional, siendo Madre de Dios la de menor presupuesto en el país con S/ 1,377 millones.
Todo lo explicado anteriormente nos da evidencia de que las regiones del país poseen recursos económicos suficientes para realizar inversiones de infraestructura a beneficio de la población; sin embargo, esto no se traslada a la realidad.
Esta falta de capacidad no es falta de dinero, sino de voluntad y de saber hacer las cosas. En todos los años, los tres o cuatro últimos meses del año, los municipios gastan grandes cantidades de dinero, superior a otros meses del año, para poder justificar su presupuesto; no obstante, el gasto va dirigido más a servicios que a proyectos que aporten beneficios a la sociedad.
En la actual situación económica en la que nos encontramos, el gasto público tendrá un papel importante en el desempeño económico del próximo año. De acuerdo al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la inversión privada no crecerá en el 2023, lo cual frenaría la generación de empleo a nivel nacional.
La gestión del gasto público debe ser mejorada por los nuevos alcaldes desde ahora, buscando personas preparadas que conozcan la actividad y gestión pública para realizar una correcta ejecución del presupuesto del 2023. Los próximos tres años serán decisivos en el área económica del país.
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