08/09/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
El ritmo de vida acelerado hace que los tiempos para la alimentación sean cada vez más ajustados. Ello lleva a pensar en alternativas para 'tener algo en el estómago' y continuar con las labores. Aquí entra en escena la famosa comida rápida.
La nutricionista Elisa Morales Lupayante, explica que “este tipo de comida no aporta valor nutricional, pero sí calorías, azúcar, grasas no saludables y otros anti nutrientes”. Aunque consumirlas ocasionalmente no supone un gran peligro, lo mejor es evitarla por completo.
Por ello, la especialista da cuenta de algunas consecuencias de abusar de su consumo:
- Depresión. La comida rápida aumenta el riesgo de padecer depresión en un 58% entre los jóvenes si se consume de forma continua, ya que se necesita una buena alimentación para enfrentar los cambios hormonales.
- Fatiga. Comer una pizza, o una hamburguesa, o papitas fritas, hace que usted se sienta 'lleno', pero no aporta energía, sino pesadez y cansancio o sensación de fatiga.
- Trastorno digestivo. Estudios han demostrado que el consumo de alto contenido en grasas y azúcares y un bajo contenido de fibra, dificulta la digestión y el tránsito intestinal.
- Afecta al corazón. Las grasas saturadas y trans que contiene la comida rápida aumentan los niveles de triglicéridos y colesterol malo en la sangre. Esto lleva a que se formen ateromas en las arterias, que bloquean el flujo sanguíneo al corazón.
- Riesgo de diabetes. Una dieta a base de comida rápida provee al cuerpo de un flujo constante de glucosa, aumenta los niveles de insulina y afecta a la capacidad del cuerpo de utilizarla correctamente pudiendo dar lugar a una diabetes tipo 2.
La experta afirma que, debido al alto contenido de sales y grasas trans, la comida rápida también afecta a los riñones e hígado. Así que, antes de darse un gustito, piénselo dos veces.
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