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OPINIÓN | Borka Sattler: Tiempos recios

Vargas Llosa nos revela una época en Tiempos recios, que no se debe olvidar y que es como una advertencia.

ASCVASVA
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21/11/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023

Esta última novela de nuestro Premio Nobel 2010, titulada Tiempos recios (Alfaguara, 2019), nos ubica en Centroamérica en la década de los años cincuenta, especialmente en Guatemala. Este relato apasionante tiene la capacidad de latir en el tiempo para hacer sentir sus pulsaciones hasta el día de hoy. Casi setenta años después, en esta América hispana hay corrupción, odio, injusticias, pasión por el poder, enajenación en el sexo que no es amor, intereses privados que se venden al mejor postor y aprovechamiento de la ignorancia de seres que no han recibido educación.

De manera magistral, Vargas Llosa nos revela una época en Tiempos recios, que no se debe olvidar y que es como una advertencia. El escritor, en profusión de fechas, datos y personajes, nos adentra en las intrigas políticas de países que están en ebullición de la adolescencia, sin llegar a la plenitud de la experiencia y se dejan llevar por intereses de un lado u otro, sin respetar su identidad.

Es una novela fuerte donde sus personajes oscilan en el tiempo de la época, que es un todo, así como es la memoria, admirable técnica del autor. Sucesión de gobernantes, algunos asesinados por sus mismos seguidores y otros cuando ya no le servía a un ente que se creía el poder. Entretejidos donde el mal es una constante. A esta parte de América se le trataba como un hijo menor al que se debe educar y eso es una aberración que corresponde a intereses que no deben admitirse, pero que son realidad.

Cada uno de los personajes representan grados de corrupción que convergen en una narrativa inquietante y desgarradora, para terminar como epílogo o conclusión en una entrevista que hace el autor a una de las figuras centrales de esta novela, Miss Guatemala, cuando ya bordeaba los ochenta años. En esa conversación se aclaran cosas de los sucesos en Tiempos recios y otras se dejan a la imaginación del lector.

No me adelanto a la crítica, no soy quien, pero digo que Tiempos recios es una novela apasionante y una lección. El Nobel nos quiere prevenir.