
27/05/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
En un discurso al Consejo de Estado francés el 11 de marzo 1806, Napoleón Bonaparte explicaba: “Mientras no aprendamos, desde la infancia, si se debe ser republicano o monárquico, católico o religioso, el Estado no formará una nación; reposará sobre bases inciertas y vagas, estando constantemente expuesta a desórdenes y cambios”.
Napoleón hacía referencia a lo que Thomas Hobbes planteaba siglo y medio antes: la educación cumple un rol ético-político sobre el cual se constituye y se sostiene el Estado. Esto permite que dicho Estado no solo exista teóricamente sino también a través de la enseñanza de las leyes, que confirman su existencia práctica, principalmente la Constitución Política del Estado. Esta exigencia implica divulgarlas para poder conectar al ciudadano con su Estado porque, su desconocimiento solo ocasionaría el “estado de naturaleza” institucional.
La pregunta es entonces, ¿cuánto conocen los ciudadanos de nuestra democracia e instituciones? Al parecer muy poco. Según el Estudio Internacional de Cívica y Ciudadanía 2016 (ICCS 2016), solo el 34,8% de los estudiantes peruanos reconoce a la democracia como sistema político y comprende que las instituciones y leyes pueden promover valores democráticos en una sociedad. Consecuencia de esto, el ciudadano transita de una fase de absoluto desconocimiento de la ley fundamental, al conocimiento parcial por golpes de Estado, dictaduras y las luchas sociales de los últimos años. Así, la desconfianza e ignorancia constitucional serían propias a la condición del ciudadano de nuestra época, el cual ha debido aprender en las calles, lo que no aprendió en las escuelas.
Razón para esto sería que, tradicionalmente, la ley fundamental se estudia en las universidades y únicamente para juristas o abogados, olvidando al ciudadano quien es su destinatario final.
Cabe recalcar que la misma Constitución, en su artículo 14, menciona que, “La formación ética y cívica y la enseñanza de la Constitución y de los derechos humanos son obligatorias en todo el proceso educativo civil o militar.” En Colombia, el artículo 41 de su Constitución, prevé incluso que además de la Constitución, la Instrucción Cívica es parte obligatoria de los cursos en colegios públicos y privados. Por su parte, el artículo 6 de la Ley General de Educación (N°28044) establece que la formación ética y cívica es obligatoria en todo proceso educativo.
“La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento” decía Aristóteles, pues hagamos que el ciudadano esté suficientemente informado de la ley fundamental que lo rige, para que cumpla a cabalidad su rol con el Estado y su país.
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