14/11/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El 14% y pico de presión tributaria oficial subestima la misma, pues ella solo consigna lo recaudado por el Estado por concepto de impuestos, tasas y otros tributos en relación al PBI. En rigor, se debe considerar las contribuciones a pensiones y salud (CSS) a fondos privados (AFP) y las regalías o canon pagados al Estado.
El economista José Baca, ha escrito un exhaustivo post al respecto (https://www.expreso.com.pe/opinion/jorge-baca-campodonico/presion-tributaria-y-gastos-tributarios/).
Señala que el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias con asistencia del BID, para 24 países de Latinoamérica para el año 2017; Perú registra una presión tributaria del (16.8%) debajo del promedio ALC (23.3%). En impuestos, el Perú se encuentra por debajo del promedio del ALC en todos excepto el IGV.
Aduce que los culpables son los “gastos tributarios”. En ellos se incurre cuando se otorga a determinados contribuyentes cualquier exoneración o incentivo. Un ejemplo típico de ello es la existencia de dos tasas del IGV, una “estándar” y otra menor. Otro es la exoneración del Impuesto a la Renta a las actividades en regiones de selva o zonas francas.
Hay información del CIAT nuevamente para el año 2017, como porcentaje del PBI y para los principales tipos de impuestos. El caso es que Perú no reporta los gastos tributarios asociados a los regímenes tributarios especiales como el RUS, RER, y el Mype Tributario. Los regímenes especiales peruanos son “seudomonotributos” que deberían simplificar, pero no eliminar el Impuesto a la Renta, el IGV, el Selectivo al Consumo y, sobre todo, las contribuciones sociales. La introducción de una tasa fija, en algunos casos de 20 soles mensuales, asociada a hipotéticos niveles de ventas, genera un enorme gasto tributario que no es reportado por la Sunat.
Existen más de 2 millones de contribuyentes en regímenes especiales que tributan por todo concepto S/ 1,776 millones al año. Baca concluye que ello es un aproximado de S/ 13,749 millones por concepto de IGV y Renta. Restándole eso recaudado al año, los gastos tributarios por concepto de IGV y renta, son S/11,973 millones; 1.71% del PBI. A esto le agrega contribuciones sociales de pensiones y salud y ello da S/ 900 millones, es decir, S/ 10,803 millones anuales equivalentes a 1.54% del PBI.
Eliminando estos gastos se baja el déficit fiscal y parte de la informalidad.
El MEF yerra con la factura electrónica para recaudar más y bajar la informalidad. No con la “perversidad” de estos gastos tributarios.
