09/06/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La Generación Poética del 80 peruana aún no ha sido evaluada en toda su dimensión. A los nombres ya consagrados de Eduardo Chirinos, Róger Santiváñez, Domingo de Ramos, Rocío Silva-Santisteban, Rosella Di Paolo, José Antonio Mazzotti y varios más, se suman voces algo olvidadas que, no por ello, son menos excelentes.
Me refiero esta vez a José Alberto Bravo de Rueda, autor que se dio a conocer en 1983 con un primer libro, Intento de ala, que desde el título revelaba ya un afán por escapar del ambiente enajenante de la Lima de aquellos años turbulentos y sórdidos.
Si bien la Generación del 80 tiene representantes en muchas regiones del interior, en Lima se concentró en los grupos surgidos en la Universidad de San Marcos y en la Universidad Católica. Bravo de Rueda perteneció a los últimos, pero, como tantos, se marchó del Perú a completar un doctorado y hoy es profesor en una universidad norteamericana. En el camino publicó una novela (Hacia el sur, 1992) y un libro de cuentos (El hombre de la máscara, 1993), que ganó el premio de la Asociación Peruano-Japonesa ese mismo año.
El poeta y su editor
Hoy Bravo de Rueda vuelve a la poesía con un magnífico volumen, titulado El Libro de las Reencarnaciones, publicado este 2019 por el vigoroso sello Hipocampo, que dirige el también cuentista Teófilo Gutiérrez. Hay que destacar que este sello se ha encargado de difundir una parte importante de la literatura peruana más reciente, y se perfila ya como una de las iniciativas editoriales más ricas e interesantes del conjunto de sellos independientes que ofrecen alternativas muy valiosas a los conglomerados editoriales de perfil comercial (Peisa, Alfaguara, Random House, FCE), los mismos que dominan las páginas de los diarios y las ferias y festivales, de prurito mediático.
Por eso, siempre es bueno desconfiar y recordar que no todo lo que brilla es oro. De manera paciente y discreta, Bravo de Rueda ha vuelto a la poesía con un libro que, al decir del prologuista, el ya mencionado poeta y reconocido académico José Antonio Mazzotti, es “un conjunto sólido, ácido y a la vez tremendamente humano de poemas”.
El Libro de las Reencarnaciones constituye, en efecto, un recorrido por las posibles vidas que al yo poético le tocarían en una eventual disolución del yo (que no necesariamente debe coincidir con la muerte). El poeta se imagina mono, perro, piedra, árbol y hasta materia de planetas distantes. Hay una cosmogonía que trasciende lo meramente nacional y hasta lo meramente humano. Se trata de un libro que invita a la lectura a través de un diestro manejo de las imágenes y el ritmo. No hay desperdicio.
Ojalá el poeta en los años venideros nos siga regalando nuevos libros que permitan imaginarnos de todas las formas posibles. Este que hoy comentamos se presenta en la librería Casa Tomada, de San Isidro, el miércoles 31 de julio, espacio que atinadamente administra el escritor Gabriel Rimachi. A reencarnarse entonces, que hay 80 para rato.