Opinión | Giovany Rocío: Lima, la ciudad sin un plan

El hotel W en Barcelona, donde estoy de paso, tiene una increíble vista. A la izquierda, una playa cien por ciento pública y a la derecha una marina mixta. El hotel Vela, como le dicen acá, es uno de los tantos puntos de referencia. Barcelona es una ciudad que gracias a las Olimpiadas de 1992 ejecutaron un Plan a 50 años. Lo mismo hicieron con el museo de Bilbao o las empresas en Valencia.

Sin ir muy lejos, Santiago, Bogotá, Medellín, incluso Guayaquil, son ciudades que tienen marcadas una hoja de ruta. Sin embargo, el último Plan dirigido por ese entonces por un joven Jorge Ruiz de Somocurcio, desde mi modesto entender, el mejor urbanista del Perú. Lima camina a ciegas. Susana cortó el Plan al 2035. Castañeda terminó por esconderlo y decapitarlo.

Si bien es cierto en el IMP tienen un excelente profesional como lo es Augusto Mendoza, sin presupuesto es imposible. Hasta el momento Lima no ha aprobado ningún plan urbano. Pero sí han sufrido para modificar su PIA (Presupuesto Institucional de Apertura) en 3,5 millones de soles. Sin embargo, en concurso que la Contraloría debería investigar y el Ministerio Público también, se contrató por 750 mil soles a un abogado para defendernos en los arbitrajes, que Justo han pedido su detención producto de los arbitrajes de Odebrecht, y por si acaso varios regidores lo señalaron y por otro lado 14 millones de dólares en defensa en un Estudio Extranjero para defendernos.

Pero volviendo al tema de la falta de un Plan, es sumamente necesario que Lima proponga un Plan que vaya desde Ancón hasta Pucusana, de la mano con los distritos y conversado con el Callao. Una ciudad que ha crecido miope y que como diría el maestro sísmico Julio Kuroiwa, que en paz descanse, si tenemos un terremoto de magnitud como el que hubo en Chile no morirán miles sino cientos de miles.

Desgraciadamente, Lima y otras ciudades del país crecen a ciegas. Es momento que comiencen a consensuar posturas y crear realmente algo por lo menos que presentar en el Bicentenario. Lima sigue siendo una ciudad en la que más de un millón vive sin agua y ni qué decir de las condiciones de sus casas. La expansión urbana, se hace de la mano de los invasores de terrenos o de lo que hoy llamamos hormigueo, que son casas de a pocos en los cerros.

Lima necesita de un Plan, lo vengo diciendo hace 10 años. Y sería bueno que Jorge Muñoz escuche a los que saben y acepte la ayuda del Ministerio de Vivienda. Porque ya se va a cumplir un año y lamentablemente seguimos sin un Plan. Empezar por aprobar los RIZ (Reajuste Integral de Zonificación) hecho por los distritos. Incluso el que el hizo en Miraflores.