Opinión I Manuel Altamirano: Generando oportunidades de desarollo

Quienes leen esta columna sabrán que soy crítico del status quo, de la disolución del Congreso porque creo que debe de haber un contrapeso entre las instituciones del Estado para que nuestro frágil equilibrio democrático siga en pie, soy un firme defensor de la inversión privada que genera trabajo y que permite generar riqueza.

Pero, también soy un convencido que el país se puede desarrollar y hoy tenemos oportunidades. Luego de idas y venidas, el Consejo Nacional de Minería confirmó la licencia de construcción del proyecto cuprífero Tía María, pero la minera Southern tendrá que hacer un acercamiento social en la zona, la pregunta es ¿por qué parte de este acercamiento no es tecnificar a los lugareños para ofrecer un valor agregado al mineral que será extraído de la zona?

No olvidemos que este proyecto se iniciará con una inversión directa de 1,400 millones de dólares, que dinamizará la economía del sur y la de todo el país, debido a que viene unido a tres proyectos que se tienen en cartera como Los Chancas con una inversión de 2,800 millones de dólares, Michiquillay por 2,500 millones de dólares y una fundición en Ilo con una inversión estimada de 1,300 millones de dólares, es decir una inyección de 8,000 millones de dólares a nuestra alicaída economía.

Esta inversión en números se traduce: para generar un puesto de trabajo se debe invertir 33,000 dólares, aproximadamente, entonces tenemos que 8,000 millones de dólares generarían 242,000 puestos de trabajo, aproximadamente (entre directos e indirectos). Y si a este panorama le sumamos la tecnificación a los pobladores, ellos podrán acceder a un mejor nivel de vida y así transformar la materia prima, lo que generaría un valor agregado.

Pero eso no es todo, el día de ayer, el premier anunciaba al país la aprobación de un decreto de urgencia para promover el consumo de medicamentos genéricos, una medida populista pero que podría generar oportunidades de desarrollo, lo paso a detallar: dentro del mercado farmacéutico del país se han detectado monopolios y concertación de precios. Una sola empresa tiene el 95% de las farmacias en el país (algo parecido a lo que ocurre con el monopolio de la cerveza), así que a pesar del decreto de urgencia seguirá existiendo el monopolio en esta industria.

Por qué el Estado no desarrolla una industria farmacéutica en el país de tal manera que pueda producir medicamentos genéricos de calidad (incluyendo retrovirales y de tipo oncológicos), para así autoabastecerse en el marco de su plan de aseguramiento universal de salud. El Estado dejaría de comprar a las empresas farmacéuticas y se lograría un gran ahorro de dinero, que tendría como consecuencia inmediata la no existencia de intermediarios ni sobrecostos.

Asimismo, no habría licitaciones (muchas de ellas cuestionadas) y el Estado se autoabastecería con medicamentos genéricos de altos estándares elaborados en el país, lo que haría viable y sostenible la aplicación del aseguramiento universal de salud, sin olvidar que sería el inicio del desarrollo de la bioquímica en el Perú, no cabe duda que es una oportunidad que no hay que dejar pasar.