OPINIÓN | Julio Schiappa Pietra: "C19, Gran huracán de cambios"

La cuarentena total de la población ha sido la medida escogida por el presidente Vizcarra para contrarrestar el C19. Se trata de parar la curva ascendente y manejar la crisis. Sin embargo, hay otras opciones, como el testeo masivo de la población seguido en Corea, el más exitoso. O China, un sistema autoritario y eficiente que mantuvo en cuarentena 84 millones de personas en Wu Han y comarcas aledañas.

A países liberales y con poca disciplina social, como Italia y España, la juerga de fines de semana y partidos de fútbol costó un despegue atroz del número de muertes y el desborde total de la pandemia. Trump sigue en un dilema: o va en la ruta larga y para la economía, o aplica cierrapuertas general.

Las presiones del sector privado parecen estarlo animando a una solución mixta: focalizar la cuarentena en el hiper infectado Nueva York, en California, Seattle y otras grandes ciudades. Ha dicho que la gripe mata entre 20 mil y 50 mil personas por año “y nadie hace escándalo”. Siniestra reflexión que demuestra que su prioridad está en la economía. Peor aún, en un gesto de mesianismo, mezclado con interferencia en la verdad médica y científica, anuncia que una medicina usada para la malaria es “una oportunidad en la que tiene fe”. Esta afirmación tuvo consecuencias inmediatas al generar la desesperada compra de tres de las medicinas mencionadas por el presidente de pelo color zanahoria.

Su indecisión puede ser catastrófica. Ya EE.UU. es el futuro eje de la pandemia y solo Nueva York puede pasar los 30 mil infectados en pocas horas. ¿Durará el control mediante una cuarentena radical como la dictada por el gobierno? Difícil más allá de 4 semanas porque 76% de los peruanos están en el sector informal. “No trabajas no comes”, es la respuesta estándar cuando los intervienen. Los subsidios son, entonces, un socorro para unos 10 a 12 millones de peruanos.

Posiblemente con la ayuda a PYMES, también anunciada por el gobierno se puede aliviar a 5 millones más. ¿No habrá llegado el momento de disponer una moratoria del pago de luz, agua, teléfono, celular y cable, por 3 meses y con prorrateo del pago hasta el fin del 2020? Ninguna ortodoxia económica se sostiene frente a la urgencia de la población.

La indecisión ante lo desconocido, el pánico a la muerte y la transformación radical de la vida y la cultura son producto de epidemias, revoluciones, guerras y procesos sociales progresivos. El cambio, producto de la presente crisis, seguramente, transformará a sociedades como la peruana. Si una vez derrotada la pandemia, pasamos a generar una nueva economía y un Estado capaces de responder en crisis como esta. Esa y no otra es la gran reforma a la que nos obliga el C19.