07/02/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Mientras empezaba a redactar esta columna, el noticiero de Exitosa Radio reportó un nuevo accidente por fuga de materiales peligrosos (Matpel) en Lima norte, con un fallecido.
El incidente fue, al parecer, provocado por un balón de gas licuado de petróleo (GLP), que estalló dentro de una planta industrial en el distrito de San Martín de Porres.
Testigos indican que desde hace días habían percibido un extraño olor que podría asociarse al gas, y que dieron la voz de alarma. Sin embargo, las advertencias no habrían sido atendidas por los responsables de la edificación ni por las autoridades.
Esta insensibilidad y falta de reacción todavía está entre nosotros, por lo que es preciso reflexionar sobre el grave error de ignorar un aviso de peligro. Tenemos el ejemplo de la tragedia de Villa El Salvador, donde a pesar de la nube de gas pocos evacuaron hasta que diez minutos después se dio el fogonazo.
Algo hemos avanzado en estos días. La estadística de llamadas por fuga de gas a la Central de Emergencias 116 de los Bomberos Voluntarios se ha incrementado de 10 o 12 al día a entre 35 y 45.
Interesante contraste que nos hace pensar que las campañas de prevención están dando frutos, convirtiéndose en una iniciativa que todos debemos apoyar difundiendo las recomendaciones de seguridad que permitan salvar una vida.
Informarse es importante. La población debe saber que la norma indica que las labores de carga, descarga y trasiego de combustible deben hacerse entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana. Sin embargo, vemos con frecuencia los enormes camiones cisterna abasteciendo grifos y estaciones de servicio a cualquier hora.
Esa mala costumbre es lo que no se debe permitir. Tenemos que ser más sensibles a las faltas y reportarlas a las autoridades para que tomen inmediata acción contra quienes violen la ley poniendo en riesgo de vida a las personas.
El gas es útil y necesario para nuestras vidas, al igual que otros tipos de combustible. Y son seguros cuando se operan en un ambiente de seguridad y conforme a la normatividad vigente.
