OPINIÓN | Mario Amoretti: "Luis Bedoya Reyes: maestro de la abogacía y de la política"

Los abogados y los políticos deben seguir el ejemplo del maestro Luis Bedoya Reyes. Hizo docencia y decencia en su vida. Cuánta falta hace que nuestros compatriotas sigan las enseñanzas que nos ha dejado este ilustre personaje, el presidente de la República que el Perú se perdió. Tengo gratos e inolvidables recuerdos de él, a mediados del año 2001 estuvimos charlando, durante casi cinco horas, coincidiendo que los dos éramos guadalupanos y sanmarquinos. En el año 2013, siendo vicedecano del Ilustre Colegio de Abogadas de Lima, en sesión de Junta Directiva, propuse que el 02 de abril -día del Abogado- se le rinda un homenaje como maestro de la abogacía al Dr. Luis Bedoya Reyes, pedido que fue aceptado por unanimidad, dada las condiciones y prestigio, reconocido por el foro jurídico, como abogado en ejercicio de su profesión.

El más grato recuerdo que guardo de él es que, a mediados de enero de 2014, luego de haber asumido el cargo de Decano del Ilustre Colegio de Abogados, se apersonó al decanato y no me encontró, porque estaba en una audiencia, y la secretaria me comunica que el Dr. Luis Bedoya Reyes había llegado, pidiendo que le diga en qué momento me podía recibir en su oficina; y, con la chispa que lo caracterizó, manifestó: “de ninguna manera, yo soy vasallo y Ud. es el rey”. Nos reunimos al día siguiente, fue una conversación inolvidable, por los consejos que recibí de parte de él, me sirvieron para no ser vacado como algunos abogados lo deseaban. “Mario cuídate de tu entorno, muchos se acercarán, para invitarte almuerzos, comidas, tragos, revienta una bombarda en un cerro y van a pedirte que vayas a cualquier ceremonia, sigue siendo honesto y sencillo, etc.”.

Uno de los principales consejos que recibí fue que debía escuchar a los exdecanos, a mi mentor y maestro Luis E. Roy Freyre, a los especialistas en las diversas ramas del derecho. quienes con su experiencia y conocimientos “te van a dar las mejores recomendaciones”, sabias palabras que se las agradecí en diversas oportunidades que nos encontramos. En efecto, desde las primeras sesiones de junta directiva, insinuaron supuestos actos irregulares a mis hijos abogados, la mayor -principal coordinadora en mi campaña- le prohibí que vaya al Colegio, iban a tratar de involucrarla en lo que fuera, para chantajearme con mi renuncia; y, al segundo, hacía 3 años que estaba en Alemania estudiando un doctorado, igualmente, imputaron supuestas intervenciones. Recordé las palabras del Doctor Luis Bedoya, el comportamiento de algunos directivos -querían mi vacancia- ignoraban los consejos y recomendaciones antes mencionados, terminamos con éxitos en nuestra gestión, muchas gracias por sus consejos Dr. Luis Bedoya Reyes, Q.E.P.D.

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