19/12/2018 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El mundo entero se encuentra sacudido por el reciente Pacto Mundial Migratorio de la ONU, de la que nuestro país es uno de los 164 firmantes. Si de razones humanitarias se trata, estamos enrumbados hacia un buen camino, pero que podría volverse turbulento si no atendemos primero nuestra casa. Lo pongo de la siguiente manera:
Imaginemos que vives en una casa pequeña, donde solo caben cuatro personas; un día amaneces de buen humor y decides alojar a diez personas que deambulan por la calle. Si no planificaste cómo atenderlos, obviamente que tu propia familia se sentirá desplazada bajo su propio techo. El baño, el comedor, las habitaciones, la comida ¡todo! será insuficiente para 14 personas. Y todo por no planificar.
Y es eso último lo que aquí no hemos hecho, por lo que vemos la migración llanera como un aumento del caos con la presencia de ambulantes, el incremento de criminales y el desempleo.
El Perú solo ha puesto en marcha estrategias que no resuelven los problemas, como el poner una fecha límite para el trámite del Permiso Temporal de Permanencia. Poner más policías en el control migratorio de Tumbes tampoco es la salida, porque aquellos que ingresan como turistas pueden quedarse como ilegales el tiempo que sea necesario, tal cual lo han hecho miles de peruanos en tierras lejanas.
Si de criminalidad se trata, desde el 2016 existe una ley que faculta a la Policía y Migraciones inmediata expulsión del extranjero que cometa delito ¡Pero no lo aplican! Si aumenta el desempleo de peruanos, la solución es empoderar a la Sunafil para detener el cambiazo de peruanos por venezolanos, y sancionar a los malos empresarios que lo hacen con la miserable intención de ahorrarse costos con peores horarios y sueldos de esclavitud a los migrantes, que los peruanos de por sí ya sufrimos.
Y si el problema son los ambulantes ¿se ha preguntado cuántos profesionales extranjeros venden chocolates en los paraderos? Los funcionarios de los ministerios de Relaciones Exteriores y de Trabajo, hace tiempo debieron justificar sus jugosos sueldos con estrategias que permitan la captación de mano de obra calificada de la que adolece el Perú y convertir el problema en una solución.
Quienes se oponen al pacto -que el país estaría ratificando hoy- tienen la visión tan corta que solo alcanzan a ver la punta de su nariz. Maliciosamente solo critican a los 600 mil venezolanos que ingresaron a nuestro país huyendo de una atroz dictadura, pero se olvidan de los más de tres millones de peruanos que partieron a otros lares en busca de mejores condiciones de vida, y que siguen partiendo, aunque estemos en democracia. Ellos también se beneficiarán con el acuerdo. ?
