27/04/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Hay evidencias que la dictadura China tiene que ver con la creación, propagación y devastación de la pandemia, aviso tarde y mal. Como todo régimen comunista, tampoco ha sido transparente.
Sin embargo, contó con la complicidad del camarada Director de la OMS que avaló su versión. Ha recibido 20 millones de dólares, que no son nada frente a los 500 millones de dólares de Estados Unidos.
Los países desarrollados reaccionaron tarde, sin ponerse de acuerdo, y a su manera. Se ha puesto en cuestión la existencia misma de las alianzas (Grupo 7, Grupo 8, Grupo 20, Unión Europea) y de la globalización.
Ha imperado la “solución propia”. Hay diversas estrategias y resultados. Ha quedado demostrado que nadie estuvo plenamente preparado; aun cuando existen notorias diferencias entre naciones avanzadas y atrasadas; para enfrentar la peor amenaza del mundo y de la humanidad en toda su historia.
En una “situación de guerra total” como la que enfrentamos es cuando los países requieren contar con condiciones básicas para ganar esta contienda de alta intensidad.
Gobernabilidad eficiente y transparente que ponga la salud y la vida de la gente como el objetivo principal de las decisiones y acciones de gestión pública. Ello exige adquirir en forma adecuada y oportuna los bienes y servicios para evitar más enfermos y muertes.
Eludir exagerados protagonismos personales y grupales. Evitar toda sospecha en las adquisiciones. Invitar a los que más y mejor conocen los asuntos especializados. Contar con el apoyo intelectual, científico, académico y tecnocrático.
También político. El país es de todos. No solo de un grupo privilegiado de caviares y rojos que siempre están en todos los gobiernos y que han hecho de las millonarias consultorías su modo de vida confortable.
Se requiere “institucionalidad” que tanto nos falta. Gobiernos regionales y municipios que no tienen capacidad de inversión para beneficio de la población, imperdonable en situaciones como esta. Más grave, gastan mal y encima algunos se quedan con algo.
También “ciudadanía” para que la población entienda que estamos confrontando la peor amenaza de todos los tiempos y que hay que aceptar. Igualmente “solidaridad” de los que más tienen a los que menos tienen.
Identidad y compromiso que los más pobres vienen haciendo con los miles de personas que marchan por su cuenta y riesgo a encontrarse con sus pueblos y familiares; en una increíble migración inversa. Nunca como ahora, se nota la falta de inversión en salud pública.
