18/12/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Martín Vizcarra pasará a la historia no solo por haber sido un presidente accesitario que complotó para llegar a la casa de Pizarro, sino también como el inquilino de palacio más mentiroso que haya existido y el que más odio y enfrentamiento ha generado. Nunca aceptó sus errores, siempre señaló como culpables al Congreso, los alcaldes, los gobernadores regionales, los partidos políticos, los gobiernos anteriores, y hasta al propio pueblo peruano.
Se autoproclama un presidente perfecto, a pesar de que el manejo de la crisis sanitaria ha sido desastroso, aún no sabemos las cifras reales y de su reforma electoral ni hablar, la imagen del país ha caído a nivel internacional. Hace diez años en el Perú se realizaban eventos de carácter mundial, pero hoy ni para las vacunas somos tomados en cuenta.
La reforma política de Vizcarra, dirigida por un comité de notables que no hicieron nada, desde su inicio ya estaba viciada; solo el 5% de afiliados de los partidos políticos participaron en las elecciones internas, debemos tener en cuenta la improvisada estrategia de comunicación la cual fue desastrosa, ahí vemos los resultados; son 24 partidos políticos, de los cuales por lo menos 20 no existen, son solo cascarón y logo, que se convierten en vientre de alquiler en época electoral.
La institucionalidad en el Perú la terminó de demoler el mitómano Vizcarra, si el Tribunal Constitucional vota a favor de sus pretensiones los troles vizcarristas dicen que son juristas de alto nivel, pero si votan en contra, estos mismos troles dicen que están de espaldas al pueblo, ese mismo pueblo que lo enaltecía por su bono y otras prebendas, situaciones que hoy nos han llevado a que el erario este en rojo.
Las consultorías, desde los ministerios, han generado grandes ganancias a las ONG caviares, las cuales se han encargado de que la mentira esté instrumentalizada, el doble rasero caviar y comunista solo nos ha llevado a que, en 10 años, más de 4 millones de compatriotas vuelvan a la extrema pobreza, y que los pocos índices positivos que teníamos retrocedan, como la lucha contra la anemia.
Respecto a la vacuna contra el Covid-19, qué podemos decir si cuando empezó la pandemia la política del Estado fue utilizar las pruebas rápidas en lugar de las moleculares, y quien decidió esto fue el ministro Víctor Zamora quien, en términos orwellianos, sería el ministro de la Verdad, y que junto a Vicente Zevallos idearon la peor estrategia posible, maquillada por cierta prensa guaripolera, cuya consecuencia ha sido la muerte de miles de compatriotas.
El Perú ha retrocedido, se ha polarizado, endeudado, y solo saldrá adelante si nos quitamos la resaca de mentiras dejada por ese mitómano que alguna vez estuvo en Palacio de Gobierno.
