RADIO EXITOSA 95.5 FM EN VIVO
Columnistas

OPINIÓN | Martín Belaunde Moreyra: pasar a la historia

Me parece que la muerte de Alan García crea un antes y un después en las investigaciones sobre la corrupción de Odebrecht.

ALAN-GARCIA3-2
ALAN GARCIA3 2

26/04/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023

El ex presidente Alan García Pérez ha pasado a la historia prematuramente por decisión propia conforme a las razones indicadas en su carta leída en forma póstuma en su sepelio. Fue una decisión íntima y personalísima frente a la cual solo cabe una actitud de respeto. La investigación fiscal contra él debe terminar conforme al artículo 78, inciso 1, del Código Penal. Obviamente no cabe realizar investigaciones fiscales ni menos iniciar un proceso penal contra una persona fallecida. El artículo 61 del Código Civil establece que la muerte pone fin a la persona. Sobre eso no hay duda alguna. Sin embargo escucho y leo opiniones en el sentido que los hechos investigados a ciertas personas, que en vida tuvieron alguna vinculación con el finado ex presidente, deben continuar en la medida que tengan una implicación penal. Ese punto de vista en mi opinión, es aceptable en cuanto a la presunta responsabilidad penal de esas personas, independientemente de su vinculación con Alan García.

Me explico. Si el señor Luis Nava Guibert, ex secretario así como hombre de confianza de Alan García y ex ministro de uno de sus gabinetes, efectivamente percibió la suma de US$ 4 millones de Odebrecht, tal como se le imputa y que él niega, la presunta responsabilidad penal por ese pago ilícito sería exclusivamente suya. Aquí no cabría posibilidad alguna de convertirlo en colaborador eficaz en relación con el supuesto último destinatario de tal monto de dinero, si fuere una persona ya fallecida, al margen de que exista semejante sospecha en el Ministerio Público. Y eso vale para las demás personas a quienes se les imputa haber recibido dineros de Odebrecht, incluyendo al empresario y contratista de dicha empresa, José Antonio Nava Mendiola, hoy en los Estados Unidos.

Me parece que la muerte de Alan García crea un antes y un después en las investigaciones sobre la corrupción de Odebrecht. En el supuesto hipotético de que el señor Jorge Barata en sus declaraciones acerca del caso en el Brasil, diga que le pagaron tal o cual dinero a Alan García, ¿qué valor tendría semejante declaración respecto de una persona muerta que ya no está en condiciones de defenderse? El señor Barata no solo tendría que declararlo, sino además aportar la prueba incontrovertible con todos sus detalles, de que efectivamente ese pago ese realizó. En caso contrario carecería de valor. Alan García sin duda ha pasado a la historia y sus jueces serán los futuros historiadores de su singular vida y trágica muerte.