27/03/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Escuchamos, una de estas mañanas, a los bomberos con Nicolás Lúcar. Las cosas fueron al revés. Consideramos la obligación de nosotros el haberlos buscado, pero ellos nos dieron una buena oportunidad de conocer su labor realizada. El momento vivido. Su realidad en tiempos de pandemia.
La verdad: nadie se ha preocupado de ellos y, toda su labor, y su también exposición, para concurrir a los llamados. Están en el olvido. En la lista de quienes necesitan de nuestra preocupación.
Los luchadores contra el fuego, cuando salen en una misión, sin dudar unos instantes, dejan esposa e hijos, en una espera de angustia. Dejan un hogar. Dejan sus vidas, y la de los suyos, con las mejores esperanzas,
El bombero nunca pide. Siempre brinda. Siempre da a su comunidad, pero hoy sentimos un olvido inmerecido.
Algo importante en la actualidad, hoy no solo llegan primero a los siniestros, también son primeros en accidentes callejeros, en el traslado de enfermos desde sus hogares y,
¿Así los olvidamos?
Los bomberos son toda abnegación. Son sacrificio eterno. Para cumplir con su labor, no existe la palabra problema, y tampoco la expresión: no se puede. Los bomberos se entregan, con su servicio, a quienes los rodean. Los bomberos jamás faltan cuando los llaman: SIEMPRE HAY UN BOMBERO PARA SU COMUNIDAD.
Enzo Battuone, uno de los llamados “hombres de rojo”, en el diálogo con Nicolás, es colega. Es periodista. Compañero en jornadas callejeras y, más de alguna vez, debió poner ambos servicios en la balanza. Ambos eran, y deben seguir siendo su pasión. No conocíamos su visión para darle brillo y solicitar para su grupo. Recordó la presencia de los bomberos en el mejor momento. Nadie puede desatenderse, recordó en el instante indicado. Pidió y con razón.
Los bomberos nunca piden, siempre dan.
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