OPINIÓN | Víctor López: "Las universidades cuestionadas"

Las universidades son la más alta expresión de la formación educativa altamente calificada en calidad y excelencia de profesionales eficientes y competitivos. Es lo que se supone, se pretende o se busca. No siempre es así. Sobre todo en el Perú, donde gran parte de estos centros no cumplen todavía con los requisitos básicos exigidos. Mucho más en un mundo global y digital tipificado por la inteligencia, el conocimiento y la información. Al punto que quienes no están debidamente preparados, quedan fuera del mercado en cualquiera de sus expresiones.

La SUNEDU fue creada precisamente para evaluar y calificar qué universidades cumplían con los requisitos básicos de calidad para seguir funcionando y cuáles debían dejar de hacerlo. Unas mantenerse. Otras desaparecer. Esta evaluación fue digitada por el poder y operada (como siempre) por los rojos y caviares enquistados en el aparato educativo. No siempre fueron objetivos en sus decisiones. Se tumbaron algunas entidades educativas de promotores críticos al gobierno. Y se mantuvo otras de quienes “arreglaron o se callaron”.

Sirvió para la “negociación”. Incluso, dándoles más oportunidades a las públicas y menos a las privadas.

La pandemia también ha puesto en cuestión a algunas de las pocas universidades emblemáticas del país en cuestiones fundamentales referidas a su calidad profesional y su conducta ética. Vale decir dos temas centrales que son la razón de ser de la educación superior en el mundo. Veamos. La Universidad Cayetano Heredia es la que más se ha afectado en cuanto a su capacidad académica y a su comportamiento moral. No tiene nombre lo que han hecho sus investigadores a cargo de los estudios de la vacuna china. Desde el uso indebido de las vacunas favoreciendo a los incapaces y corruptos integrantes del gobierno, sus familiares, amigos y allegados, liderados por Vizcarra, Mazzetti y demás. Hasta las propias limitaciones en los estudios realizados. No solo son irregularidades; sino actos delincuenciales. Tampoco es suficiente con cambio de autoridades o renuncias.

Parecido es el caso de la Universidad de Ingeniería que el gobierno le encargó la construcción de plantas de oxígeno que siguen siendo tan importantes y necesarias. Se pensó que estaban debidamente preparados para hacerlo en forma adecuada y oportuna. No fue así. No pudieron cumplir en el tiempo y la calidad estipulada.

Finalmente, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, también a cargo y contraparte de las mismas vacunas chinas; cuyo rector igualmente se vacunó. ¡No pasa nada!

Estas universidades peruanas le han fallado al país y a los peruanos en aspectos sustantivos relacionados con la calidad y la excelencia, que no han tenido; y peor aún, le han incumplido en lo fundamental, que es la carencia de ética y moral, hasta la corrupción delictiva. Hasta ahora no dice nada la SUNEDU ni el Ministerio de Educación.

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