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OPINIÓN | Dennis Falvy: Petróleo, ¿por qué no sube la oferta?

No te pierdas la columna de Dennis Falvy.

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24/04/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023

El nobel 2008 y columnista del NY Times, Paul Krugman, se pregunta por qué ante la suba enorme del precio del petróleo, exacerbado aún más por la Guerra de Rusia a Ucrania, la industria de EE.UU., que es de donde probablemente tendría que provenir la mayor parte de la producción adicional, es reacia a expandirse.

Hay quienes echan la culpa a los ambientalistas y al presidente Biden, pero Krugman señala que una encuesta del Banco de la Reserva Federal de Dallas a los productores ellos culparon a sus banqueros. Y ello por las consecuencias de la burbuja de esquisto (Shale Oil); financiada con deuda de la década del 2010.

Y es que mucha gente estaba más entusiasmada con el “fracking”, que con los avances verdaderamente revolucionarios en energía renovable. Después de todo, extraer petróleo y gas sonaba realista, mientras que muchos influyentes aún asocian la energía solar y eólica con fantasías Hippies.

Y entonces se armó una gran deuda. La muerte del ex director ejecutivo de Chesapeake Energy en el 2016, pareció marcar el final de la industria. Chesapeake eventualmente se convirtió en una de las más de 230 compañías de petróleo y gas que se declararon en bancarrota desde el 2015.

La implosión financiera del fracking no provocó una crisis financiera más amplia. Pero los banqueros del sector energético mantienen un estricto control sobre el gasto a pesar del aumento impresionante en los precios del petróleo. La cautela de los acreedores del fracking es comprensible. Y para ser justos, los ajustes energéticos realmente importantes tendrán que venir de Europa, que necesita acabar con su dependencia del gas natural ruso. Krugman cita dos lecciones.

Las burbujas no implican necesariamente ideas obviamente escamosas. Es perfectamente posible perder miles de millones en empresas que parecen perfectamente sólidas, excepto por el hecho de que sus matemáticas no cuadran. La segunda lección es que las burbujas reventadas pueden tener efectos duraderos. La culpa no es de los ambientalistas pues.

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