01/09/2019 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Por Jaime O. Salomón / ciudadano, emprendedor, y docente.
Cuando las personas no están preparadas para desempeñar puestos con poder, éste terminará emborrachándolos y su gestión será un desastre. Es por ello que son las personas con experiencia, conocimiento y actitud apropiada las que suelen llegar a ciertos cargos.
En el imperio incaico el Inca tenía el apoyo de personas clave, denominadas “Tucuy Rikuq” (voz quechua que significa el que todo ve y todo oye) y representaba al Inca como supervisor imperial. Eran los ojos y oídos del Inca en todo el territorio y asignados para verificar el avance y cumplimiento de las disposiciones supremas. Cada uno debidamente preparado y con injerencia en áreas entre 4 a 7 km. Existía apropiado funcionamiento del Ayllu y del Imperio Incaico.
Hasta el año 2002 era el presidente y sus ministros quienes actuaban directamente sobre cada región en nuestro país.
En esa fecha, se promulga la Ley de Descentralización y hoy son los gobernadores los responsables de su región. Además, 196 alcaldes provinciales y 1874 alcaldes distritales que tienen la responsabilidad de planificar, supervisar, ejecutar y hacer cumplir sus planes.
A su vez, cada autoridad regional tiene una estructura organizacional. Y tienen ingresos propios y reciben anualmente una partida de fondos para el desarrollo de sus planes.
A ello le sumamos los 130 Congresistas que, además de dar leyes y ejercer permanente fiscalización y control político, deberían buscar el desarrollo de los departamentos que los eligieron, a través de coordinaciones con los gobiernos regionales y con el gobierno central.
Cantidad impresionante de personas dedicadas a que funcione el país, donde el gobierno central (presidente y 19 ministros) solo dan las normas para el país de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo.
Ya no existen Tucuy Rikuq; ya no se trabaja coordinadamente. Existe baja articulación y coordinación entre los Gobiernos Regionales, el Gobierno Central y el Congreso. La foto de hoy refleja la existencia de algunos “borrachitos por el poder”, que hacen lo que quieren, riegan falacias, proponen imposibles. Tienen baja ejecución, pero reclaman por más fondos.
No tenemos políticas de Estado sobre las diversas carteras. Hoy cada región hace lo que considera importante. Así no lograremos un Perú productivo y competitivo.
Como dice el Papa Francisco, en muchos casos la realidad supera a la idea. Es momento de hacer realidad el perfeccionamiento de la Ley de Descentralización, formando macro regiones, agrupando provincias y distritos en base a la geografía, a fin de lograr resultados, eficiencia máxima y el bienestar colectivo.
Pero las diversas autoridades debieran al menos saber cómo funcionan el Estado, las leyes y las normas vigentes; para ello hay que tender puentes sólidos entre la actividad pública y el conocimiento, base para que los elegidos y nombrados desempeñen una buena gestión para el bienestar de todos los peruanos.
Trabajemos por el Perú.