22/04/2019 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Desconocidos golpearon y degollaron a dos mujeres, después de someterlas a prolongadas torturas. Ambas trabajaban como recolectoras de cacao en una chacra del caserío Cerro del Cóndor, un alejado distrito selvático, a dos horas en viaje de lancha desde Yurimaguas.
Las primeras investigaciones de las autoridades dan cuenta que los asesinatos de Leyla Rayo Tuanama y Gladys Shuña Ysuiza, de 44 y 48 años, respectivamente, habría sido una venganza por parte de integrantes de una banda de narcotraficantes que opera en la zona, con conexiones con bandas colombianas.
La policía trabaja la hipótesis que el brutal doble homicidio habría sido en venganza porque algunos integrantes de la comunidad a la que pertenecían las mujeres, habrían denunciado las operaciones vinculadas al narcotráfico que realizaba las bandas.
Los asesinatos de Rayo Tuanama y Shuña Ysuiza fue confirmado por las autoridades recién a las 9 de la mañana de ayer, casi cuatro días después de ocurridos. Los cuerpos presentan profundos cortes “como si hubieran intentado seccionarlas”, dijo uno de los agentes que llegó al lugar.
Cerro del Cóndor es una localidad enclavada en plena selva a la que se llega únicamente por lancha o hidroavión. Hasta allí se desplazaron los fiscales, la Fiscalía y varios integrantes de la Marina de Guerra, con la finalidad de trasladar los cuerpos hasta el Hospital de Santa Gema, donde debían hacerle la autopsia.
Sin embargo, la versión policial agrega que cuando las autoridades llegaron al lugar, aproximadamente a las 8:00 de la noche del sábado, unos 80 moradores presididos por los dirigentes de la comunidad impidieron que trasladaran los cuerpos al citado nosocomio.
De nada valieron los llamados del representante de la Segunda Fiscalía Provincial de Yurimaguas ni de la policía para que los pobladores entregaran los cuerpos. Según se dijo, iban a ser inhumados siguiendo sus propios rituales.
El fiscal dispuso dejar en el lugar los cuerpos por falta de garantías y en respeto a la decisión tomada por la comunidad que tiene que ver con antiguas tradiciones fúnebres que es muy difícil romper, según dijo el representante del Ministerio Público.
Apuntan a posibles sicarios
Para la policía y los moradores el doble asesinato de Rayo y Shuña es típico de una venganza de narcotraficantes, por la forma como han sido atacadas. Un agente de la Policía Nacional señaló que los cadáveres presentan profundos cortes en el rostro y las extremidades “como si quisieran enviar un mensaje a quienes denunciaron la actividad de las bandas de traficantes de drogas”.
